En busca del legado: la clave está en la gestión

Seguimos impactados por la trágica muerte del expresidente Piñera e intentando capitalizar parte del aprendizaje generado. A nivel ciudadano (independientemente de todos los legados institucionales), la población identifica su legado con tres eventos: la reconstrucción post terremoto de 2010, el rescate de los 33 mineros, y la ejemplar reacción del país al Covid 19. Todos ellos, eventos fortuitos que no estaban en ningún programa de gobierno, y que sólo se vinculan con la capacidad de gestión que el Presidente logró articular.

Cuando el actual gobierno, en la mitad de su período, busca con angustia cuál será su legado, los llamo a poner foco en las oportunidades de gestión que hoy son abundantes y que apuntan a resolver problemas apremiantes que afectan a los chilenos. Veo que sólo está puesto el foco en los proyectos que están en el parlamento. Nuestros jóvenes gobernantes no han logrado poner algún énfasis en la capacidad de gestión, pero quienes venimos del mundo privado aprendimos hace mucho que antes de destinar más recursos frente a un problema, hay que analizar cómo estamos gestionando los recursos existentes. No todo requiere más recursos. Las mejoras logrables con sólo mejor gestión son sorprendentes.

“Buscando un legado, hay muchos temas que puedan resolverse con liderazgo, foco y poniendo al ciudadano en el centro, desarmando burocracias y luchando contra la captura del Estado por grupos de interés”.

Buscando un legado, hay muchos temas que puedan resolverse con liderazgo, foco y poniendo al ciudadano en el centro, desarmando burocracias y luchando contra la captura del Estado por grupos de interés. Por respeto al espacio me concentro sólo en tres.

Aunque sea majadero, parto por las listas de espera en consultas, cirugías quirúrgicas y de prestaciones Ges (al 30 de septiembre de 2023, las listas de espera de consultas no Ges eran de 2.326.980 personas, con 371 días promedio; prestaciones Ges atrasadas 73.820, con 130 días promedio de atraso; y listas de espera quirúrgicas 320.457, con 460 días promedio). En los dos años que quedan de este gobierno, se pueden reducir a la mitad sin emplear mayores recursos, abriéndose a usar intensivamente las capacidades instaladas ociosas en el sector privado y desde luego mejorando la gestión en hospitales públicos. En las listas oncológicas el espacio es aún mayor. Si no cambiamos lo que estamos haciendo, este año morirán en las listas de espera más pacientes que en el peor año de pandemia.

Sigo con el caso del agua potable rural. Hoy hay cerca de 1,5 millones de chilenos que se abastecen con camiones aljibes. Este no es un problema de recursos; se requiere foco, coordinación adecuada entre los ministerios de Obras Públicas y Desarrollo Social, y abrir espacio de colaboración con empresas sanitarias a lo largo del país. Este déficit se puede eliminar en los dos años que quedan, agilizando la construcción de los APR en las zonas ruarles tan afectadas.

El litio es otro ejemplo. Hoy es claro para los especialistas que la actual política del litio puede operar (aunque hay dudas) en los cuatro salares más relevantes. Sin embargo, hay 10 salares donde, por su alto costo de operación, dicha política no generará resultados. Ya lo saben los especialistas, ya lo sabe el Gobierno. ¿Por qué no reconocerlo y anunciar la apertura de dichos salares a la inversión privada? Hacerlo hoy estimularía al mercado y generaría un boom de inversiones donde hoy Chile tiene grandes ventajas.

Hay tantos ejemplos a la vista… Crean en la capacidad de gestión y no nos adormezcamos creyendo que todo avance requiere de aprobar nuevas leyes. El legado estará o no estará en la capacidad de gestión para resolver tantos temas apremiantes.

Listas de espera, agua potable rural, boom del litio… qué mejor legado.

Vamos que se puede.