De presupuesto y resultados en salud

Señor Director:

Chile vive una grave crisis en salud. Pese a los enormes esfuerzos financieros que Chile ha realizado en el sector estatal, la salud pública se ve afectada desde hace décadas por crecientes listas de espera, endeudamiento, paros, bajos indicadores bioestadísticos y productividad, así como falta de oportunidad y acceso para los pacientes.

Siempre se argumentó que la causa de todos los problemas era la falta de recursos, y por ello las políticas se orientaron a entregar más presupuesto estatal de salud, el que aumentó en 20 años en más de un 400% real (como referencia las ISAPREs sólo en un 119%). Chile se encuentra en el segundo lugar de los países con mayor incremento gasto estatal después de Corea del Sur y muy por sobre el resto de los países de la OCDE.

Se debe destacar que a fines del siglo pasado Fonasa disponía apenas un tercio del per cápita utilizado por los seguros privados. Con dicho aumento, la brecha entre ambos sistemas se cerró, pero en los próximos años el gasto per cápita estatal superará al sector privado con creces.

Por cierto, en el sistema estatal hay una población más dispersa y de mayor riesgo que en el privado, pero es interesante constatar que, a juzgar por los problemas de listas de espera y baja productividad de la salud estatal, el esfuerzo fiscal realizado en los últimos 30 años no rindió los frutos esperados, ni los rendirá en el futuro si no se cambia la forma de gestionar los recursos.

Para no repetir los mismos errores, las autoridades deben velar por que el crecimiento presupuestario se vincule estrechamente a políticas públicas que garanticen mejorar la productividad y eficacia del gasto sanitario. Viendo la experiencia en países desarrollados, eso se logra con una profunda colaboración pública privada en salud.

Rafael Caviedes D. (MBA)

MC2 Healthcare advisorsMaría José Hernández-L (Ph.D.)Facultad de Enfermería, Universidad de Navarra