Economia
Distribuidoras eléctricas insisten en el Congreso por reforma al segmento y reiteran beneficios de la medición inteligente
Aunque no está en la agenda inmediata del Gobierno avanzar en una reforma a la distribución eléctrica, el debate por impulsarla se instaló en la comisión de Minería y Energía del Senado pese a no existir un proyecto de ley en la mano. Este lunes la instancia sesionó para -según expresó el senador Juan Luis Castro- evaluar la pertinencia de impulsar esta iniciativa, considerando la disposición de los senadores a discutir esta materia.
El director ejecutivo de Empresas Eléctricas, Juan Meriches, quien a fines del año pasado al asumir en dicho rol reconoció su intención de iniciar una conversación sobre este tema en el segundo semestre de este año, enfatizó la convicción que hoy la distribución eléctrica juega un rol fundamental en que la transición energética efectivamente llegue a los hogares. Pero también, advirtió que “poco hemos discutido respecto del rol de la distribución, que finalmente es la cara visible que ven los usuarios respecto al suministro energético”.
Meriches planteó que “tenemos que ver cómo somos capaces de adaptarnos a las condiciones que nos impone hoy el cambio climático” y enfatizó que es importante avanzar en un proceso de electrificación que permita que la transición energética llegue hasta los hogares. En esa línea, aseguró que no habrá una transición energética exitosa si esta no llega a las personas: “Eso pasa porque sin la infraestructura necesaria en distribución eléctrica nos arriesgamos a tener el sinsentido de tener una matriz limpia y renovable a nivel de generación, pero que a nivel domiciliario aún se continúe, por ejemplo, utilizando leña (…)”.
Tomando la reciente discusión de la ley de estabilización tarifaria, valoró que hubo un avance importante para contar con un subsidio eléctrico, “que creemos que es necesario fortalecer, profundizar y mantener en el tiempo, buscando todas las herramientas que hagan que eso sea posible”, porque -según explicó- los usuarios más vulnerables no pueden ser perjudicados por los costos de la transición energética.
Meriches recalcó que se necesita contar con una red de distribución moderna, flexible, resiliente y resiliente. “¿La pregunta es por qué hoy eso no es posible? Y la respuesta pasa fundamentalmente porque desde nuestra perspectiva estamos atrapados en una regulación que está obsoleta”, lanzó. En su argumentación, reiteró que es un marco regulatorio que fue creado fundamentalmente hace más de 40 años, que cumplió sus objetivos, pero que “para los desafíos que hoy vemos y que los que vamos a seguir teniendo en el futuro, estas son herramientas que hoy no son suficientes y que por lo tanto creemos que es necesario revisar”.
“Para aquello se requiere una una hoja de ruta que nos permita avanzar en una nueva regulación para la distribución. Una nueva regulación para la distribución que permita mejorar la calidad de suministro, hacer frente a las condiciones distintas que nos impone el cambio climático y que permita que los usuarios puedan efectivamente tener mayor control de sus decisiones a nivel energético y que también se habilite la penetración masiva de generación distribuida, almacenamiento, electromovilidad, a nivel residencial”, sostuvo.
Según detalló, se requiere repensar el actual modelo de distribución eléctrica de modo de permitir las inversiones necesarias en la red, considerando la realidad operacional de las compañías a través de un sistema de incentivos más eficiente y transparente para los usuarios. Además, con un rol más activo del Estado en la planificación de la red.
“Cuando decimos que queremos permitir que el futuro energético llegue a los hogares, resulta clave que los medios energéticos distribuidos sean incorporados en la planificación de las redes de distribución para efectos de la remuneración y tarificación. Y así como avanzar en la formalización de la figura de los agregadores de demanda que permitan gestionar y proveer servicios de seguridad y mayor flexibilidad al sistema”, sostuvo. Y, por otra parte, “dar mayor poder de decisión a los usuarios para transitar hacia una estructura tarifaria que permita que los usuarios tengan mayor poder de decisión respecto a sus consumos y elegir en qué momento realizar ciertas acciones que permitan ser más eficientes en el uso de costos”.
“También creemos que es posible evaluar las bases para lo que puede ser el desarrollo futuro de la comercialización de energía, que es otro tema que entendemos ha sido parte de las conversaciones en este segmento”, añadió. Meriches fue enfático en que “es importante que esta discusión comience pronto. Los cambios en distribución no son de un día para otro. Requieren tiempo”.
Y sentenció: “Como país no nos podemos dar el lujo que el segmento que convive día a día con los usuarios de electricidad sea la tarea pendiente de la transición energética. Tenemos una oportunidad única como país para mejorar la calidad de vida de los usuarios chilenos a través de redes de distribución que permitan una transición energética justa para esos usuarios”.
Medición inteligente
Frente a consultas de senadores respecto a -por ejemplo- los cortes de energía, si hay certeza que las tarifas no subirán si es que se avanza en una reforma a la distribución, qué hacer con la “fracasada” experiencia de cambio de medidores inteligentes del 2019 y el soterramiento de cables, las empresas irrumpieron en el debate.
Iván Quezada, gerente general de CGE, comentó que, de acuerdo a la norma vigente, se están implementando proyectos en las distintas compañías que van a permitir tener el control en línea de las subestaciones de distribución, pero “ahí va a quedar una pata colgando, que tiene que ver con cómo nos enteramos del cliente propiamente tal y en ese caso lo que se requiere para eso es justamente la medición inteligente, que es un tema que está pendiente y que desde nuestro punto de vista también debiera ser parte de un proyecto que de alguna manera dé certeza a las inversiones que hay que hacer“, explicó. Y aseguró: “En la práctica, las redes inteligentes no son inteligentes si no tenemos medidores inteligentes”.
Quezada instaló en el debate que la convivencia de la vegetación con las líneas eléctricas “no resiste mucho más en el tiempo” y que la solución que se ha hecho en todos los países que han avanzado en estos temas es soterrar, pero advirtió: “¿Cómo tenemos certezas de que las empresas pueden hacer este tipo de inversiones y que no va a corto tiempo cambiarse el modelo? Cambia la autoridad y todo se repiensa y todo parte de cero”. “Si efectivamente vamos a ir a un tema de transición energética de verdad, el tiempo que significa hacer las inversiones, son tiempos muy largos. Los medidores inteligentes en España para cambiar 14 millones de medidores, diez años era el plan”, dijo.
Víctor Tavera, gerente general Enel Distribución, aseguró que “las redes que tenemos el día de hoy, no están preparadas para este cambio climático y es algo que se debe considerar en la evaluación de una reforma de la distribución”. El ejecutivo, entre otros aspectos, señaló que hay 360 municipios en el país “con 360 reglas diferentes y por lo tanto eso también puede ser parte de abordarlo en una reforma de manera de dar dinamismo a las nuevas conexiones”.
Respecto a la tarificación, reflexionó que hoy hay fenómenos como los campamentos que hurtan energía, los robos de cables y la morosidad, pero a pesar de eso el segmento de empresas en cinco años ha invertido US$ 1.800 millones sin conocer cuál era la tarifa. Y, en medio de los puntos relevante que expresó de la reforma a la distribución, sostuvo: “La medición inteligente no sólo nos va a avisar a nosotros cuando efectivamente el cliente está sin suministro, sino que también evita que tenga que ir alguien desconocido a su casa a tocar el timbre para leer”.
Francisco Alliende, gerente general de Saesa, aseguró que “no hay duda de que una buena discusión del marco regulatorio es necesaria porque hay soluciones”. En cuanto a las dudas por el soterramiento de cables, detalló la experiencia de la firma en esta materia.
“Nosotros lo hemos ya aprobado en más de 50 proyectos piloto en el sur de Chile. Pero implica que necesitamos una creatividad regulatoria para poder viabilizarlo”, dijo, agregando que “soterrar esas redes en forma paulatina se podría hacer sin aumento de tarifas”.
Alliende respondió las voces que apuntan a que tienen una rentabilidad garantizada, afirmando que “ninguno la tenemos porque competimos contra una empresa perfecta que no tiene campamentos o son muy pocos, que no le roban, que no tiene incendios, que opera de una manera que sabemos que en la realidad no la podemos vivir”. “La realidad es que todas estas compañías que tenemos mucha experiencia, ninguna renta lo que dice en la realidad”, reforzó.
En cuanto a la reforma, apuntó que la figura de la comercializadora sería tremendamente sana. “A mí personalmente, hablo a nombre de Saesa, es una iniciativa que nos gusta mucho. Creemos que puede ser tremendamente bienvenida, pero tenemos claro la historia, los contratos actuales, que obviamente se deben respetar y ahí de alguna manera la discusión es un poco más compleja. Pero acá hay soluciones”, dijo.
Y recalcó que es factible llegar a una solución sin alzas de tarifas, pero implica el cómo reconocer esas inversiones, dándole certeza a las empresas de que si las hace van a quedar reconocidas, ya que en el marco regulatorio actual eso no es factible. Y añadió que “la lógica de una empresa dedicada a la administración de redes separada de una comercializadora, separado de distintos roles, puede tener muchísimo sentido. Y creo que es una discusión que claramente vale la pena tener”.
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