Jorge González, Elton John y 31 Minutos en Viña 2013

Hace diez años, el fiesta de la vid presentó una de sus ediciones más memorables. En el tercer año de CHV al frente de la transmisión televisiva, con la dirección de Álex Hernández, el evento reunió a un cartel que equilibró buenos nombres entre consagrados y clásicos de la Quinta Vergara.

Así, artistas como jorge gonzalezfrancisca valenzuela 31 minutosel número anglosajón con un soberbio Elton Johnademás de los hermanos jonas, Alberto Hammond y como ya era costumbre, presencia de la música urbana con las actuaciones de Daddy Yankee y Wisin & Yandel.

Una versión sencillamente espectacular.

En Culto Repasamos algunos momentos que definieron aquella edición.

Diez años después de un presentación de barrido junto a Los prisionerosRodeado de polémica, el músico llegó a la Quinta Vergara como solista. En esos días estuvo activo con algunas giras en las que alternaba su material, con revisiones al catálogo de su banda madre.

El año anterior, por ejemplo, había actuado en el Festival Primavera Fauna, con un memorable show en el que reseñó el disco corazones (1991). Para la ocasión incluso invitó a Cecilia Aguayo, tecladista que formó parte de la banda Los Prisioneros para promocionar ese disco.

Por eso, su regreso a Viña estuvo marcado por la nostalgia. Con una aguerrida banda en directo formada por Gonzalo Yáñez, Jorge Delaselva y Pedropiedra, el set se cargó de temas de Los Prisioneros, con clásicos como Sexo, tren sur, porque no van, entre otras que fueron coreadas por el público. Pero fue una buena oportunidad para escuchar algunos de sus temas solistas que nunca habían sido tocados en Viña, como mi casa en el arbol Fe e incluso temas más nuevos como nunca te lastimaría.

Y, por supuesto, hubo una pizca de controversia. Con su habitual estilo frontal, González convocó a Michelle Bachelet, quien asumiría el mando de la nación en marzo del año siguiente. “Si llega a la presidencia y no cambia la Constitución, si llega a la presidencia y manda a matar a los mapuches, no se moleste, quédese donde está”.

En esa misma noche que cerró González, el grupo de músicos y artistas, encabezado por Pedro Peirano y Álvaro Díaz, debutó en Quinta Vergara, quien sí vivió el show basado en la serie infantil 31 Minutos. Un espectáculo que ya había sido probado en otros escenarios del país, y que contenía tanto la inocencia como el filo habitual de sus creadores.

Y por supuesto, la presentación fue diseñada especialmente para Viña. Un divertidísimo guión basado en un concurso de canciones, con el siempre egocéntrico Tulio Triviño acaparando la animación, fue el motor de un set en el que hubo momentos para los personajes y las canciones clásicas del programa, coreadas por el público.

Así subieron al escenario algunos de los colaboradores habituales del programacomo Jani Dueñas (antes de su frustrada presentación como comediante en 2019), Rodrigo “guatón” Salinas, entre otros, quien interpretó algunos de los personajes clásicos como Guaripolo, Patana, Mario Hugo, Policarpo, y varios más.

Si bien el fuerte del espectáculo fue el espectáculo de títeres, la banda de acompañamiento se destacó por sí sola, sirviendo como un complemento eficiente. Sobre el escenario destacaron veteranos de la música chilena, como los hermanos Pablo y Felipe Ilabaca, así como Pedropiedra en la batería.

La presentación de Sir Elton John, inaugurada la noche del jueves 28 de febrero (la llamada “noche de leyendas”), es probablemente uno de los mejores entre los números anglosajones que han pasado por el Festival de Viña.

El legendario pianista y compositor entregó un contundente set de ochenta minutos, en el que lanzó éxitos como bennie y los jets, Pequeña bailarina, Daniel, hombre cohete, aún estoy en pie, vela en el vientoEntre muchos otros.

Pero traer una cantidad del tonelaje de Elton John a la Quinta Vergara no fue fácil. El artista puso una serie de condiciones para su show en el país. En su momento se informó que el músico voló directamente en un avión privado desde Sao Paulo hasta el aeródromo de Torquemada en Concón, donde aterrizó cuatro horas antes de su presentación.

No había hotel, ni atención a la prensa. Desde el avión se dirigió directamente a una casa rodante (con televisión por cable incluida) instalada detrás de la Quinta. Allí se visitó y maquilló acompañado únicamente de su equipo personal, donde esperó hasta el momento de su actuación. Además, coordinó estrictamente la ceremonia de premiación, solo hacia el final del espectáculo. De todos modos, fue uno de los espectáculos más comentados de todo el Festival, con el público cantando Tu canción al final.

Quizá como un guiño a la historia del evento, la misma noche del 28 de febrero tuvo al británico Albert Hammond en el escenario. El célebre cantautor (padre del guitarrista homónimo de The Strokes) llegó al evento como miembro del jurado de los concursos, pero pudo repasar algunos hitos de su extenso repertorio.

El músico había actuado en la Quinta Vergara en el lejano 1977, el último Festival emitido en blanco y negro, cuando lanzó algunos de sus éxitos. A su regreso, décadas más tarde, Hammond interpretó un contundente set de 50 minutos con clásicos como Ansiedad, Maldíceme, eres toda una mujer entre otros.

Esa noche, Hammond hizo gala de su particular vínculo con el país (“Chile es como mi segunda casa”, aseguró al estilo de Julio Iglesias en el pasado). Además de quejarse del frío en la Quinta Vergara, invitó al escenario a Pablo Herrera y Andrés de León, con quienes cantó espérame en el cielo y si me amaras, respectivamente. Pero un momento especial fue cuando invitó a Mario Mutis, de Los Jaivas (quien fue parte del jurado) con quien sorprendió cantando mira niña y el clasico Nunca llueve en California.

El número juvenil de esa temporada fue el de los Jonas Brothers. El trío de New Jersey, que llevaba cerca de seis años en su carrera, cerró la noche del martes 26, y pese a que salieron a cantar de madrugada, fueron recibidos con desborde de entusiasmo, por parte de sus fans. , en su mayoría mujeres y adolescentes, con globos blancos.

Apelando a su material más conocido, el trío presentó un correcto show, en el que apenas se dirigieron al público. “Si no te importa, podríamos volver todos los años”declararon. Debido a la premura de la retransmisión televisiva, los artistas se hicieron con los cuatro premios (el pack de antorchas y las gaviotas de plata y oro) en tan solo cinco minutos.