Economia
Reduflación: ¿Por qué los productos se siguen encogiendo?
Los pasillos de los supermercados se ven distintos que hace algunos años. Esto no se debe únicamente a los nuevos productos que han aparecido, sino que al formato habitual de estos.
Snacks salados, dulces, chocolates, hasta pan, queso, pasta y arroz, son solo algunos de los artículos que se han achicado mientras el precio se mantiene, es lo que se conoce como reduflación.
Se trata de una estrategia para reducir el tamaño de los embalajes adoptada por los fabricantes en respuesta al aumento de la inflación y el alza del costo de la materia prima. El objetivo es mantener los precios medios y evitar que los consumidores abandonen las marcas.
El fenómeno no es nuevo y tampoco se restringe a nuestro país. Según The New York Times los vendedores llevan tiempo reduciendo discretamente los productos para evitar subir los precios. Al menos desde 1988, cuando la marca Chock Full o’Nuts redujo su tarro de café de 455 gramos a 368 gramos y sus competidores lo siguieron.
Las marcas
En un escenario inflacionario las marcas tienen tres opciones: mantener el precio y reducir la ganancia; costear el margen incrementando los precios –traspasándolo al consumidor–; o reformular los productos para controlar los costos. “Muchos hogares viven el día a día, no pueden gastar más de cierta cantidad de pesos. Entonces para mantener a esos consumidores lo que hacen es reducir el tamaño”, explicó el account manager de Kantar, Rodrigo Riquelme.
“En términos de inflación, las empresas en general hoy día tenemos que posicionar nuestros productos, siempre tratando de seguir ofreciéndolos a un ticket de precio conveniente al consumidor”, contó a Señal DF la gerente de marketing salty de PepsiCo, Valeria Yarad, firma que es la distribuidora de marcas como Lay’s, Quaker, Pepsi, Twistos, Doritos, Gatorade.
La ejecutiva cuenta que los tickets en general son de $ 1.000, de $ 1.500, $ 2.000, $ 2.500 y $ 3.000. “Los cambios en los gramajes son un intento de seguir ofreciendo un producto a un ticket de precio conveniente para nuestro consumidor y no tener que afectar precios”.
Según explica, “el consumidor chileno se está volviendo mucho más exigente a la hora de decidir cuánto quiere gastar y cuántos gramajes va a tener en ese gasto. Hoy día evalúa la ocasión y está mucho más interesado en entender los envases que le convienen más”, concluyó.
Consumo
Si bien desde Kantar estimaban que para esta altura del año se verían mejores números en términos de consumo, la verdad es que todavía no. En esta línea, la tendencia apunta hacia los formatos pequeños y a granel. “Estamos viendo pequeñas recuperaciones, pero cuando vamos a conversar con los grandes fabricantes todavía están súper complicados porque las metas se ven difíciles, porque no están vendiendo como esperaban, no están cumpliendo sus proyecciones”, señaló Rodrigo Riquelme.
En esto coincide la experiencia de los supermercados. “Hoy nuestros clientes están comprando con mayor frecuencia, en búsqueda de mejores ofertas y cotizando tickets de menor valor, priorizando la optimización del presupuesto del hogar. Un ejemplo de esto es que las boletas de productos de menor volumen y a granel han aumentado un 10% en los últimos cuatro años”, dijo a Señal DF la gerenta comercial de Tottus, Andrea Halabi.
Desde Unimarc también han evidenciado un cambio en los hábitos de los consumidores que obedece a las condiciones económicas. “Para optimizar el presupuesto familiar, los clientes compran en menores cantidades, prefieren formatos más pequeños y optan por productos más económicos”, reconoció el gerente de formato Unimarc, Lionel Gubler.
Jumbo y Walmart no estuvieron disponibles para responder.
En cuanto a las marcas, por ejemplo Iansa en la categoría de azúcar si bien en los formatos grandes y más chicos ven un incremento en la venta respecto al último año, es en los “tamaños pequeños donde se observa la mayor tasa de crecimiento”, contó el gerente de marketing de retail de la marca, Efrain Quilén. Por esto han lanzado formatos como la bolsa de 400, 750, 900 gramos”. Mientras que con el arroz se observa un fenómeno similar.
La reduflación es “una solución para las marcas y también para las personas. No es un aprovechamiento”, remarcó el economista de Kantar.
La piedra de tope
Hace unas semanas se dio a conocer que el Gobierno francés promulgará una ley que obliga a las marcas a informar en caso de que estuvieran reduciendo el tamaño de sus productos. Esto luego de que la cadena francesa de supermercados Carrefour colocara avisos en sus estantes para advertir a sus compradores sobre el fenómeno que estaba pasando inadvertido.
“El atributo que más miran los consumidores de un producto es el precio, eso viene ya de economía conductual, porque es en el fondo lo que le pega al bolsillo en ese momento”, explicó el director del magíster en economía de la Universidad de los Andes, Nicolás Riquelme. De ahí la importancia de que quede claro cuando una marca está reduciendo el tamaño de sus artículos habituales.
Según el estudio del Monitor Global de Ipsos, de noviembre de 2023, los chilenos perciben que en un 45% los productos se hacen más pequeños, pero el precio es el mismo. Mientras que el 66% ve que el costo aumenta a medida que el tamaño sigue siendo el mismo.
Es en esta línea que el Ministerio de Economía publicó en noviembre del año pasado una nueva propuesta de reglamento sobre información del precio por unidad de medida de productos (Decreto N° 229 del año 2002), que busca mejorar la transparencia y calidad de la información proporcionada a los consumidores en relación con los precios, para que puedan tomar decisiones de compra informadas y fomentar una competencia justa en el mercado.
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