Aunque el Gobierno anunció este lunes -justamente en el día en que comienza las alzas en las cuentas de la electricidad- un proyecto de ley para triplicar la cobertura del subsidio eléctrico, de manera de entregarlo a la totalidad del 40% más vulnerable del Registro Social de Hogares, es decir, más de 4,7 millones de hogares que involucran a cerca de 10 millones de personas, no han cesado las críticas desde la vereda política.
Este martes, la diputada Camila Musante (IND) junto a sus pares Jaime Araya (Ind-PPD), Raúl Soto (PPD) y Carlos Bianchi (IND), anunciaron la presentación de un recurso de protección para suspender el descongelamiento de las tarifas eléctricas y el alza en las cuentas de la luz, fundamentando el derecho a un adecuado nivel de vida que, de acuerdo a organismos internacionales, dicen, guarda relación con el acceso a servicios como el suministro eléctrico.
El recurso -que aún no es ingresado formalmente- buscaría ganar tiempo mientras la mesa técnica de la ley de estabilización de tarifas eléctricas avanza. Y, según indicó Musante, “durante ese período de resolución y donde encontramos medidas permanentes, por ejemplo, para la clase media, para las pymes; que se suspenda la aplicación del aumento de las tarifas”.
“Mientras nosotros resolvemos dentro de los espacios de la mesa técnica, dentro del Congreso Nacional, y damos salidas en el tiempo, lo que debemos hacer es generar una suspensión en el alza mientras podemos encontrar los acuerdos suficientes que espero que estén en el Congreso Nacional, a propósito de los dichos del ministro Elizalde y los votos para aprobar una medida de esas características”, planteó. Esto último, sobre los dichos del titular de Segpres, quien en cuanto a los votos para ampliar el subsidio eléctrico, cuestionó que alguien pudiera rechazar la iniciativa.
Según explicó Musante, quien lidera la acción, “si bien se han tomado algunas medidas y se han anunciado ampliaciones de los subsidios, aún es insuficiente para muchas familias que van a ver afectado su adecuado nivel de vida”.
“Esto es importante de acuerdo a lo que establece, por ejemplo, la Convención Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que señala en su artículo 25 que todas las personas deben tener garantizado un adecuado nivel de vida. Y la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha interpretado que esto tiene mucho que ver con el acceso a los servicios. Si bien en nuestro país está garantizado el acceso a los servicios, este depende del pago que exista por parte de los consumidores”, sostuvo.
Efectos del recurso
En cuanto a los efectos del recurso de protección, la parlamentaria detalló que “hay un efecto que busca suspender el descongelamiento mientras se resuelve el recurso. Y el otro efecto es suspender mientras tomemos algunas medidas que permitan verdaderamente garantizar una adecuada calidad de vida y dar solución a otros segmentos que hoy no están incorporados en los subsidios a propósito del alza”.
También se refirieron a la acción los diputados que respaldaron la iniciativa. Jaime Araya sostuvo que están estudiando el recurso de protección y que “lo vamos a presentar en favor de las personas que están siendo afectadas, porque permite paralizar el alza de la puesta en marcha de la tarifa, lo que significa básicamente que podamos detener el proceso que está en desarrollo, para que tengamos tiempo para discutir de verdad esta materia”.
“Si alguna familia a partir de ayer celebra tener un ingreso de $ 500 mil, no puede ser que tenga una cuenta de luz de $ 70 mil o de $ 100 mil o que de $ 30 mil pase a $ 40 mil. Eso es lo que queremos detener para poder buscar una solución que se haga cargo del fondo de este tema”, puntualizó.
Mientras, el diputado Raúl Soto señaló: “Creemos que esta acción va a ayudar al Gobierno a contener una crisis social, que puede ser catastrófica si no actuamos bien y a tiempo. Lo que estamos buscando es una suspensión transitoria del alza de las tarifas eléctricas, mientras tanto llegamos a una solución que sea más integral y más robusta para dar certeza y tranquilidad a los sectores vulnerables, pero también a la clase media, y a las micro y pequeños emprendimientos de nuestro país, que hasta este momento están siendo excluidos”.
“Sabemos que hay un trámite legislativo que va a venir, sabemos que hay una mesa técnica trabajando, pero esto va a demorar todo el mes de julio, todo el mes de agosto y mientras tanto la incertidumbre de los chilenos que van a ver llegar sus cuentas a la casa va a seguir allí”, afirmó.
A los 77 años, falleció este domingo Hugh Rudnick van de Wyngard, ingeniero civil electricista de la Universidad de Chile y Doctor of Philosophy de la Universidad de Manchester, Inglaterra, quien destacó por su extensa trayectoria en materias de regulación del sector eléctrico en América Latina.
“Con profunda pena, comunicamos el fallecimiento de Hugh Rudnick Van de Wyngard el 07 de julio de 2024. Aunque su partida deja un vacío inmenso en nuestros corazones, queremos recordar y celebrar la vida llena de amor y alegría que nuestro querido Hugh vivió”, fue parte del mensaje que fue compartido por sus hijos en las últimas horas.
En junio de 2013, Rudnick recibió el grado honorífico de profesor emérito del Depatamento de Ingeniería Eléctrica de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), distinción que se otorga a los académicos que se hayan destacado por su actividad docente o de investigación durante un plazo no inferior a 20 años. En 1974 se integró como académico de la Escuela de Ingeniería UC.
También, lideró una empresa de consultoría, Systep Ingeniería y Diseño, que creó en Chile en 1989, especializada en el campo de estudios técnicos y económicos del sector energético.
Según consigna el sitio web de la PUC, Rudnick realizó docencia e investigación en el sector energético desde 1974, con más de 290 artículos en revistas y conferencias, y formando a más de 80 estudiantes de postgrado y memoristas.
Asimismo, ha realizado contribuciones a los procesos de desregulación del sector, organización de mercados competitivos de generación, en la regulación y tarificación de la transmisión y la distribución, y en la definición de política energética, colaborando con distintos gobiernos e instituciones internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), UNCTAD y Banco Mundial.
Fue nombrado fellow por el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE) y galardonado en 2006 con el “Premio Académico Destacado” por el Comité Chileno del CIGRE (Conseil International des Grands Réseaux Électriques). En 2009, en tanto, la Asociación de la Industria Eléctrica y Electrónica de Chile y el IEEE le otorgaron el Premio “Ingeniero Sobresaliente”.
En 2011, el IEEE creó el premio “Hugh Rudnick Van de Wyngard” para destacar anualmente al ingeniero eléctrico más sobresaliente en ingeniería eléctrica de potencia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desestimó los llamados a poner fin a su candidatura a la reelección y negó que su desempeño en el debate haya causado un daño significativo a su campaña, adoptando una postura desafiante que podría alarmar aún más a los demócratas que temen que no haya abordado honestamente su mayor crisis política.
En una entrevista con ABC News el viernes, el mandatario estadounidense se negó a comprometerse a realizar un examen médico independiente para tranquilizar al público sobre su aptitud mental, aunque insistió en que tiene la energía para servir otros cuatro años.
Biden no aceptó que esté detrás de Donald Trump en las encuestas, dijo que no había escuchado directamente discusiones entre los demócratas de alto rango sobre pedirle que se retire, y declaró que solo el “Señor Todopoderoso” lo haría considerar poner fin a su candidatura.
A pesar de que el presidente de 81 años evitó cometer un error significativo como los que marcaron su desempeño desarticulado en el debate, la entrevista de 22 minutos en horario estelar con el presentador George Stephanopoulos probablemente no calme las preocupaciones entre los votantes, donantes y funcionarios demócratas que han pasado la última semana en pánico ante la posibilidad de que no solo no logre derrotar a su oponente republicano, sino que no sea capaz de servir otros cuatro años incluso si logra la reelección.
“Me sentiré como si hubiera dado lo mejor de mí y hubiera hecho el mejor trabajo que sé que puedo hacer, eso es lo que importa”, dijo Biden, según la transcripción oficial distribuida y posteriormente revisada por ABC.
Esto fue en respuesta a la pregunta de cómo se sentirá en enero si Trump gana la elección, un escenario de pesadilla para los demócratas.
Encuestas y opinión pública
Múltiples encuestas publicadas después del debate mostraron a Biden perdiendo terreno frente a Trump, con varias mostrando que está detrás por 6 puntos porcentuales. La proporción de votantes en una encuesta del New York Times/Siena College que cree que es demasiado mayor para ser presidente aumentó al 74%.
Cuando se le preguntó si cree que no está detrás, Biden dijo: “Todos los encuestadores con los que hablo me dicen que está empatado”.
Un donante demócrata, que solicitó el anonimato para hablar con franqueza, dijo que están enojados con aquellos en el entorno de Biden por no alentarlo a retirarse, calificando la campaña continua de delirante y egoísta.
“Está peligrosamente desconectado de las preocupaciones que la gente tiene”, dijo David Axelrod, un exasesor de la Casa Blanca de Obama que ha sido crítico de Biden, en una publicación en X después de la entrevista.
Antes de la aparición de Biden en ABC, el representante de Illinois Mike Quigley se unió a un grupo de más de media docena de demócratas de la Cámara que han pedido explícitamente al presidente que se retire o han dicho que creen que perdería ante Trump en noviembre.
Biden reconoció que el senador Mark Warner, un destacado demócrata de Virginia, estaba tratando de reunir a otros legisladores para presionarlo para que se retire. El presidente dijo que había escuchado de otros que debería permanecer en la carrera.
“Mark y yo tenemos una perspectiva diferente”, dijo Biden a Stephanopoulos.
Compromiso y futuro
Biden atribuyó su mal desempeño en el debate a un “mal episodio” provocado por un fuerte resfriado y que no había “indicación de ninguna condición seria”. Al ser preguntado cuándo se dio cuenta de que estaba teniendo una mala noche, Biden sugirió que en un momento se había distraído por los gritos de Trump.
“Me di cuenta de que simplemente no tenía el control”, dijo de ese momento.
Al preguntarle si había visto su desempeño en el debate, que alarmó a sus aliados demócratas, Biden dijo: “No creo que lo haya hecho, no”.
La entrevista se realizó durante un viaje a Wisconsin en el que Biden declaró rotundamente que no estaba considerando retirarse de la carrera. Dijo que aquellos que buscaban presionarlo estaban faltando al respeto a la voluntad de los votantes de las primarias demócratas, y que aún creía que representaba la mejor oportunidad para los demócratas de derrotar a Trump.
El tema se pondrá a prueba en la próxima semana ante la creciente preocupación de los legisladores y donantes demócratas.
Después de su viaje a Pensilvania, Biden recibirá a los líderes de la OTAN a partir del martes en una cumbre en Washington. El horario intensificado del presidente es una respuesta a los demócratas en pánico que han exigido que haga más para demostrar a los votantes que es capaz de servir otros cuatro años en la Casa Blanca.
Hasta ahora, algunos demócratas siguen cautelosos.
Biden se reunió el miércoles a puerta cerrada con más de 20 gobernadores demócratas en un intento de frenar la crisis que envuelve a su presidencia, diciéndoles que está “en esto para ganar”. Recibió votos públicos de confianza de varios de ellos, incluidos Gavin Newsom de California y Gretchen Whitmer de Michigan.
Pero en privado, los gobernadores le hicieron preguntas difíciles al presidente y él reconoció que necesita dormir más en el futuro, según una persona familiarizada con la discusión.
Una de las participantes, la gobernadora de Massachusetts Maura Healey, emitió una declaración el viernes que no llegó a pedir a Biden que se retire, pero parecía empujarlo a al menos considerar la posibilidad.
“Le insto a escuchar al pueblo estadounidense y evaluar cuidadosamente si sigue siendo nuestra mejor esperanza para derrotar a Donald Trump”, dijo.
Los votantes franceses se dirigían a las urnas el domingo al ritmo más rápido en más de 40 años en lo que probablemente será una elección sin precedentes en la segunda economía más grande de la Unión Europea.
Se proyecta que el partido anti-inmigrante de Marine Le Pen, el Rally Nacional, obtenga la mayoría de los escaños en la cámara baja del parlamento, lo que podría convertirlo en el primer partido de extrema derecha en gobernar desde que la administración de Vichy colaboró con los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
La principal pregunta es si el partido obtendrá suficientes escaños para conseguir una mayoría absoluta. Esto no solo allanaría el camino para que su presidente, Jordan Bardella, se convierta en primer ministro, sino que también le daría una posición lo suficientemente fuerte en la Asamblea Nacional para aprobar fácilmente legislación y remodelar la agenda interna de Francia.
El presidente Emmanuel Macron convocó elecciones anticipadas hace cuatro semanas en un esfuerzo por reforzar el apoyo después de que su alianza centrista fuera derrotada en una elección para el Parlamento Europeo. Esta decisión parece haber salido mal, ya que su coalición Ensemble ahora está destinada a ganar entre 95 y 162 escaños en el parlamento de 577 escaños, frente a los 250 actuales.
El prolijo presidente -que rara vez pasa más de unos pocos días sin un discurso, una entrevista o algún tipo de evento público- no ha sido visto en público durante casi una semana.
Durante las últimas cuatro semanas de una campaña frenética, el Rally Nacional ha suavizado algunas de sus propuestas más polémicas. Pero todavía se enfoca en reducir drásticamente la migración, retroceder en las reglas de la UE -incluyendo reducir cuánto paga al presupuesto del bloque- y deshacer algunas de las reformas de pensiones de Macron.
Aquí están las principales cosas a observar:
Ganadores y Perdedores
A partir del viernes, el último día en que las empresas de encuestas pueden publicar proyecciones antes de la votación, el Rally Nacional y sus aliados estaban en camino de terminar primeros con 170 a 250 de los 577 escaños en la Asamblea Nacional, según seis encuestas publicadas al final de la semana. Eso estaría significativamente por debajo de los 289 necesarios para obtener una mayoría absoluta.
Se proyecta que la alianza de izquierda Frente Popular Nuevo gane entre 140 y 198 escaños, según las encuestas, mientras que el grupo de Macron está en camino de obtener entre 115 y 162.
Compartición de Poder
Cualquier partido o coalición que pueda obtener una mayoría absoluta de 289 o más escaños controlará la cámara baja del parlamento. Eso significa que podrá aprobar leyes fácilmente y un Gobierno respaldado por ese grupo estaría a salvo de la amenaza de votos de no confianza.
Si el grupo que obtiene la mayoría es de un partido diferente al del presidente, lo que ha sucedido tres veces desde que la actual forma de república de Francia entró en vigor en 1958, resulta en un tipo de arreglo de compartición de poder llamado cohabitación.
El presidente generalmente selecciona al líder del partido que obtuvo la mayoría como primer ministro. Pero una combinación que incluya al Rally Nacional sería la primera vez que involucre a un partido que nunca ha gobernado antes. En este escenario, se esperaría que el presidente se enfoque en defensa y política exterior, mientras que el primer ministro de la oposición estaría a cargo de los asuntos internos y económicos.
La delimitación de poderes entre las dos oficinas no está clara y este escenario probablemente conduciría a enfrentamientos, si no a procedimientos legales, sobre quién tiene derecho a tomar ciertas decisiones.
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Parlamento colgado
Si un grupo obtiene la mayoría de los escaños pero no una mayoría absoluta, entonces podría formar un Gobierno minoritario, como la situación actual de Macron. Pero eso también depende del presidente, quien tiene la autoridad exclusiva para nombrar a un primer ministro.
Bardella del Rally Nacional ha dicho que rechazaría el trabajo si su partido y sus aliados no obtienen una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. El riesgo en este escenario es que ningún partido tenga el poder suficiente para gobernar, lo que llevaría a una parálisis gubernamental.
Macron podría nombrar a una figura técnica apolítica para el trabajo, pero incluso si tal persona estuviera disponible, le costaría tener autoridad en el parlamento, donde las fuerzas anti-élite declaradas estarían en ascenso. Una figura más política, quizás un moderado del centro-izquierda, seguiría siendo vulnerable a votos de no confianza y a la fragmentación de una alianza centrista ad hoc.
Participación
La participación es un elemento crucial a observar, y al mediodía del domingo había una participación récord de votantes que se remonta a 1981. Eso puede proporcionar un indicador temprano de si los votantes centristas están manteniendo la táctica consagrada de emitir un voto por un candidato que pueden no gustarles para tratar de bloquear la victoria de la extrema derecha. La primera ronda de hace una semana vio un aumento en la participación al 66.7%, la más alta desde 1997.
Al mediodía en París el domingo, el 26.6% de los votantes registrados habían emitido su voto, frente al 19% en la segunda ronda de votación en las elecciones legislativas de 2022 a la misma hora y más del 25.9% en la primera ronda el mes pasado.
El llamado frente republicano -la maniobra electoral de unirse alrededor del candidato mejor posicionado para bloquear a la extrema derecha en la segunda vuelta- ha estado bajo creciente presión ya que muchos votantes dicen estar cansados de votar en contra en lugar de a favor de un candidato. Los contornos del frente también han cambiado después de que Macron criticara a la extrema izquierda como “extrema” y algunos de su equipo pidieran no votar por ellos, incluso para bloquear al Rally Nacional.
Reacción del mercado
El índice CAC 40 de Francia ha sido el de peor desempeño entre los principales índices bursátiles europeos desde que Macron convocó las elecciones anticipadas el mes pasado, mientras que en el pico de la venta masiva, una métrica del riesgo del mercado de bonos se disparó a su nivel más alto desde la crisis de la deuda soberana.
Las acciones repuntaron esta semana después de que la primera ronda de votaciones aliviara las preocupaciones sobre un gobierno de extrema derecha, y el estrés general del mercado ha disminuido.
Aun así, el CAC 40 sigue aproximadamente un 4% por debajo de los niveles vistos antes de la convocatoria de elecciones anticipadas del 9 de junio. La prima que los inversores exigen para mantener bonos del Gobierno francés sobre los alemanes se sitúa en menos de 70 puntos básicos, por debajo del peak de 86 puntos básicos tras la convocatoria de elecciones, pero muy por encima del nivel de 50 puntos básicos de principios de junio.
Políticas
Los tres grupos principales en las elecciones están proponiendo caminos radicalmente diferentes para Francia.
El partido de Macron aboga por la continuidad, con más recortes de impuestos favorables a las empresas y reformas, junto con un compromiso de frenar el gasto. Respondiendo a las preocupaciones de los votantes, su grupo ha agregado promesas para mejorar los ingresos de los trabajadores de bajos salarios mediante ajustes fiscales, y medidas para ayudar a los compradores de viviendas y a los jubilados.
El Rally Nacional ha prometido reducir la inmigración, endurecer la postura de Francia sobre la ley y el orden con más plazas en prisión y sentencias mínimas, y reducir los impuestos al valor agregado en energía y combustible. Después de una venta masiva de activos franceses, el partido ha retrasado algunas de sus medidas más costosas, posiblemente indefinidamente, dependiendo de una revisión de las finanzas públicas.
El Frente Popular Nuevo tiene el programa económico más radical. A corto plazo, dice que congelaría los precios de los productos básicos, aboliría la reforma de pensiones de Macron y aumentaría el salario mínimo en un 14% y los salarios del sector público en un 10%. El gasto anual adicional, que se prevé alcance los 150 mil millones de euros ($163 mil millones) en 2027, se financiaría completamente con nuevos impuestos a las empresas, las finanzas y los más ricos.