Con la inversión de US$ 4.570 millones en el proyecto Natureza, en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil, el 65% de la celulosa de Empresas CMPC se elaborará en el gigante sudamericano, donde duplicarán la fabricación de pulpa, llegando a 4,5 millones de toneladas. Con ello, Brasil se convertirá en el país que más aporte a los ingresos de la emblemática compañía del grupo Matte, explicaron ejecutivos de la forestal.
Pero no es la única empresa del sector que mueve sus fichas a la nación de la samba y el jogo bonito. La otra gran firma forestal de Chile, Arauco -del grupo Angelini- también completa un complejo forestal que la llevará a tener la mitad de su producción de celulosa en Brasil (ver nota relacionada).
“Chile tiene todo el potencial para seguir invirtiendo en materia forestal, pero las condiciones locales no favorecen aquello”, señaló el presidente de Corma.
¿Qué factores jugaron para huir de Chile?
Ejecutivos de ambas empresas explicaron que no existe la masa forestal suficiente para sustentar otro complejo industrial en nuestro país. A esto se suma que hay conflicto e inseguridad en las regiones donde hay actividad silvícola y los permisos tardan una década, a diferencia del gigante sudamericano donde estos trámites suelen demorarse un año y medio.
Según fuentes de CMPC, hacer una inversión como Natureza en Chile “sería imposible por los permisos, trabas, evaluaciones y burocracia”, pero, además, porque “en la zona en que tendría que desarrollarse es de mucha inestabilidad y conflictos”.
De hecho, no hay compañías de seguros que cubran a las pequeñas y medianas empresas forestales en la zona del Biobío al sur del país y las firmas grandes pueden solventar esas coberturas, pero pagando primas muy elevadas.
Este martes el presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma) Biobío, Alejandro Casagrande, concurrió al funeral de uno de los tres carabineros asesinados en el sector de Cañete la semana pasada, porque esa zona es custodiada por efectivos de la policía uniformada de manera frecuente.
Juan José Ugarte, presidente de Corma, dijo que “Chile tiene todo el potencial para seguir invirtiendo en materia forestal, pero las condiciones locales no favorecen aquello”.
“La falta de seguridad en la operación, reflejada en los incendios intencionales, atentados contra trabajadores, usurpaciones y robo de madera, afectan la cadena completa de la operación”, explicó.
Y eso que las condiciones climáticas y geográficas hacen de Chile un país ideal para la actividad silvícola.
“Hay mucho por hacer, mucho donde invertir, faltan las condiciones idóneas para realizar estas inversiones”, afirmó Ugarte.
El factor permisos
Empresas CMPC dio luz verde a su apuesta por producir celulosa en Brasil en 2013 con la primera piedra del proyecto Guaíba II en Rio Grande do Sul, que demandó inversiones por US$ 2.100 millones, iniciativa a la cual se sumó posteriormente un plan de ampliación y modernización anunciado en 2021 por US$ 530 millones.
Para el grupo Matte, un tema clave a la hora de invertir en Brasil es la mayor certeza, tanto en materia de los mecanismos para la obtención de los permisos, como respecto del tiempo en que éstos tardan en emitirse.
En cuanto a cómo se tramita ambientalmente un proyecto en dicho país, las fuentes explicaron que se hace de tal manera que se interactúa con las empresas durante todo el proceso, lo cual permite que en etapas tempranas del proceso de obtención van teniendo el feedback de cómo se avanza, qué información falta o qué ajustes deben hacerse al proyecto. Ello redunda en menores plazos, en una mayor certeza al inversionista y en un menor riesgo de judicialización posterior.
Por ello, antes de hacer los estudios y obtener los permisos, se firmó un protocolo con el gobernador del estado de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite.
“En Chile, un proyecto como Natureza podría demorarse 10 años fácilmente. En este (en Rio Grande do Sul) estamos esperando que sea año y medio y que en 2026 el directorio esté en condiciones de tomar la decisión de invertir”, indicó un directivo de Empresas CMPC.
Otra diferencia, señalaron en el conglomerado, es que en Brasil existe un declarado fomento, tanto a la industria forestal como al proceso de industrialización de la masa forestal, por lo menos en los estados del sur de ese país.
De hecho, en Rio Grande do Sul, Empresas CMPC es la única compañía forestal presente, mientras que Arauco se ubica en el estado de Mato Grosso do Sul.
Charles Kimber, gerente de Personas y Sustentabilidad de Arauco.
Arauco terminó su mayor inversión en el país, pero admite que “no podríamos hacer un proyecto como MAPA ahora en Chile”
La forestal del grupo Angelini construye un complejo industrial en Mato Grosso do Sul, Brasil, con el cual el 50% de su celulosa se producirá fuera del país.
No solo CMPC avanza a paso firme en su internacionalización. La otra gran forestal de capitales chilenos, Arauco, del grupo Angelini, tiene una fuerte apuesta en el exterior, no solo en celulosa, sino en manufacturas de maderas y bosques en Argentina, Uruguay, Canadá, Estados Unidos, México, Alemania, España y Portugal, así como en Sudáfrica. En pulpa, donde es la tercera mayor productora del mundo, desarrolla en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul el proyecto Sucuriú, de US$ 3.000 millones. Y según explicó el gerente de Personas y Sustentabilidad de Arauco, Charles Kimber, si actualmente el 80% de la celulosa de la empresa se elabora en Chile, con el proyecto en Brasil esa proporción bajará a menos del 50%. Y es que Arauco tiene fábricas de celulosa en Argentina y Uruguay, en este último país en asociación con la finlandesa Stora Enso, que en su momento fue considerada estratégica por el Gobierno charrúa. El ejecutivo destacó que la compañía acaba de finalizar en el país la mayor inversión de su historia, el proyecto MAPA (Modernización y Ampliación de la Planta Arauco) por sobre US$ 3.000 millones. “Una iniciativa así no podríamos hacerla ahora”, explicó Kimber. Hay varias razones para ello, pero en el ámbito productivo se explica “por el deterioro de la masa forestal debido a la falta de plantaciones, incendios y otras causas”, detalló. El gerente de Arauco también hizo ver que esto también tiene efectos en el medioambiente, porque los bosques capturan y transforman CO2. De hecho, el compromiso del Estado de Chile es plantar 200.000 hectáreas de bosques a 2030, es decir, unas 20.000 hectáreas por año, algo que está muy lejos de cumplirse, alertó Kimber.
Experiencia comparada en trámite ambiental Un punto crítico para Arauco -que tiene presencia en 10 países- es cómo se tramitan los permisos ambientales en Chile. El gerente de Sustentabilidad de la compañía detalló que en Estados Unidos, por ejemplo, existe un acompañamiento y un apoyo de las autoridades ambientales en el proceso de evaluación ambiental de los proyectos. En el caso de Brasil, destacó Charles Kimber, está el convencimiento de las autoridades estaduales de la vocación industrial del país, por lo que se fomenta la inversión en el sector silvícola con miras a una industrialización de la fibra forestal, pero sin descuidar los estándares medioambientales.
Nuevo Pudahuel, operador del Aeropuerto de Santiago, anunció este viernes el inicio de operaciones de Turkish Airlines.
A partir de diciembre, la aerolínea turca iniciará sus operaciones para conectar la capital de Chile y Estambul.
Con cuatro frecuencias semanales, el vuelo se realizará vía Sao Paulo en un Airbus A350-900, con capacidad para 324 asientos. Por esto, el servicio ofrecerá una capacidad de 2.600 pasajeros por semana.
A través de un comunicado, Nuevo Pudahuel expresó “su gran satisfacción de recibir a Turkish Airlines, por el gran alcance que dará su extensa red de conexiones, a los pasajeros que viajen desde y hacia Santiago”.
La startup tecnológica de conducción autónoma WeRide presentó su solicitud para lo que podría ser la mayor Oferta Pública Inicial (OPI) de una empresa china en Estados Unidos desde la desastrosa cotización de la empresa de viajes compartidos Didi Global, en 2021.
WeRide dijo en una presentación este viernes que puede enfrentar “varios riesgos e incertidumbres legales y operativos asociados con tener nuestra sede o nuestras operaciones principalmente en China continental”. La compañía no revelará el número ni el rango de precios propuesto para sus Acciones Depositarias Estadounidenses (ADR, sigla en inglés) hasta que esté lista para comenzar a comercializarlas.
WeRide, constituida en las Islas Caimán, solicitó de forma confidencial una OPI con un plan para recaudar hasta US$ 500 millones, informó Bloomberg News el año pasado. Después de que la OPI de Didi por valor US$ 4.440 millones provocara una ofensiva por parte de Beijing contra las empresas con datos confidenciales que vendían acciones en el extranjero, los listamientos en Estados Unidos de empresas con sede en China se habían estancado.
En su presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, sigla en de EEUU), WeRide dijo que tuvo una pérdida de US$ 268 millones de sobre ingresos de US$ 55 millones el año pasado.
Fundada en 2017, WeRide desarrolla tecnología de conducción autónoma y la está probando o implementando comercialmente en 30 ciudades en siete países, dijo en el documento. WeRide produce vehículos que incluyen robotaxis, minibuses, furgonetas y barredoras de calles, además de sus soluciones de software y hardware para conducción autónoma.
Según el documento, el actual inversor Renault-Nissan-Mitsubishi Alliance acordó comprar acciones en la OPI en una colocación privada.
La oferta está dirigida por Morgan Stanley, JPMorgan Chase y China International Capital. La compañía planea que sus ADR coticen en el mercado de valores Nasdaq con el símbolo WRD.
La espectacular ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París comenzó el viernes por la noche con una flota de barcos que transportaban a 10.500 atletas a lo largo del río Sena, la primera versión al aire libre del espectáculo que se espera sea visto por mil millones de personas.
Sin embargo, el evento se vio ensombrecido por un acto de sabotaje criminal que afectó a la red ferroviaria de alta velocidad de Francia en las primeras horas de la mañana y provocó un caos en el transporte en todo el país. Una fuerte lluvia comenzó a caer aproximadamente a los 30 minutos del espectáculo de tres horas, un escenario de pesadilla para los organizadores de la representación teatral que contó con un elenco masivo de bailarines, dos orquestas y un grupo de estrellas del pop, incluida Lady Gaga haciendo una actuación con tintes de cabaret.
“Estamos preparados para este magnífico acontecimiento”, afirmó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, antes de la ceremonia, añadiendo que no se habían detectado amenazas específicas. El sabotaje ferroviario “no tendría consecuencias directas sobre los Juegos Olímpicos ni sobre la ceremonia”.
Lady Gaga lleva el cabaret a la ceremonia de apertura de los Juegos de París en el Sena
A media tarde se habían formado largas filass para que los poseedores de entradas ingresaran al perímetro altamente seguro a lo largo del río Sena, donde se esperan 320.000 espectadores a lo largo de los muelles adoquinados de la época medieval. El formato del evento requirió una fuerte seguridad: 45.000 policías fueron desplegados en tierra y en el aire, utilizando helicópteros, drones y francotiradores colocados en los tejados.
El clima también puso a prueba a las docenas de capitanes de barcos experimentados que impulsaron el desfile, quienes navegaron precisamente a la velocidad adecuada para mantener el espectáculo en línea. Algunos espectadores huyeron de los muelles para refugiarse mientras llovía a cántaros.
El presidente Emmanuel Macron recibió a más de 100 jefes de estado en la plaza Trocadero, al otro lado del río desde la Torre Eiffel, donde los atletas desembarcaron para un desfile final y una actuación esperada por la favorita francófona Céline Dion. Jill Biden, esposa del presidente estadounidense, y otros líderes asistieron previamente a una recepción en el palacio del Eliseo.
El espectáculo de tres horas contó con bailarines de ballet en el tejado del Louvre, mientras que cientos de bailarines modernos y breakdancers actuando en los muelles y en algunos de los barcos. Los artistas lucieron trajes hechos a mano por modistos franceses, incluidos Louis Vuitton y Dior de LVMH.
Cuando Reboul le propuso la idea a Tony Estanguet, jefe del comité organizador de París, el dos veces ganador de la medalla de oro reaccionó con un estupor que rápidamente se convirtió en entusiasmo. “Será ambicioso, audaz y totalmente loco”, afirmó Estanguet recordando el momento.
Aunque los funcionarios se han mostrado vagos sobre el precio, los medios franceses han informado que la ceremonia costará alrededor de 120 millones de euros, es decir unos US$ 130 millones y aproximadamente cuatro veces el costo de la inauguración de los Juegos de Londres 2012. Se espera que el coste total de los Juegos de París, que se presentó como una edición más ecológica porque se construyó poca infraestructura nueva, alcance entre 9.000 y 10.000 millones de euros, según el auditor nacional. Alrededor de un tercio de esa cantidad será costeada por los patrocinadores.