En 2022, el Primer Ministro de Corea, Han Deok-soo, realizó una visita oficial a Chile con motivo del 60 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas. Durante su paso por el país, sostuvo una reunión con el Presidente Gabriel Boric donde se acordó elevar las relaciones bilaterales a una Asociación Estratégica.
Una Asociación Estratégica implica una colaboración que, además de fortalecer y expandir la relación bilateral, aborda desafíos tanto internos como externos, incluyendo estrategias internacionales. Es decir, si en el pasado cada país se miraba el uno al otro a la distancia, ahora se ha decidido apuntar hacia una misma dirección, alinear los objetivos y trabajar en conjunto para cumplirlos.
“Económicamente, Chile no será sólo un país exportador de materias primas, sino que también se consolidará como un socio clave en la cadena de valor global junto con Corea”.
Corea y Chile, ubicados en lados opuestos del globo, han podido superar sus diferencias geográficas, culturales y lingüísticas, para dar paso a una estrecha relación sustentada en los mismos valores: los dos comparten experiencias similares en cuanto a democratización y desarrollo económico. Ambos países median por la libertad y la paz, al igual que el respeto a valores universales como los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho. Asimismo, aspiran a un desarrollo sostenible y el fortalecimiento del multilateralismo.
Entonces, ¿qué cambios concretos ha habido después de un año? En junio pasado, Corea se unió al Acuerdo de Asociación de Economía Digital (DEPA) con el apoyo de Chile. Además, en febrero de este año, ambos países lideraron la conclusión del Acuerdo para la Facilitación de la Inversión para el Desarrollo en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En plataformas multilaterales, Corea y Chile han colaborado estrechamente, abogando por la protección del medio ambiente, los DDHH y el fomento al libre comercio. Dicha cooperación continúa expandiéndose a diferentes áreas, incluyendo agricultura, salud, defensa, energía, minería, entre otros. Como resultado, en 2023 el volumen comercial entre ambos países alcanzó un récord histórico de 8.818 millones de dólares, con las exportaciones chilenas a Corea ascendiendo a 7.572 millones de dólares.
Y el intercambio también se ha dado a nivel humano: los líderes se ambos países se reunieron en Nueva York en noviembre pasado durante la Cumbre APEC 2023, donde discutieron nuevas formas de cooperación, tales como energía renovable, litio, cambio climático, investigación en la Antártica y mejoras en las negociaciones del TLC vigente.
La amistad entre naciones sigue fortaleciéndose, especialmente en momentos de necesidad. Tras el incendio forestal que afectó a la Región de Valparaíso en febrero pasado, el Gobierno de Corea, la comunidad y empresas coreanas en el país entregaron su apoyo a las zonas afectadas, demostrando su compromiso con Chile.
Después de un año, la relación entre países se ve más prometedora que nunca. Por medio de un intercambio cultural y humano activo, la confianza mutua seguirá creciendo. Económicamente, Chile no será sólo un país exportador de materias primas, sino que también se consolidará como un socio clave en la cadena de valor global junto con Corea.
Con miras al futuro, se esperan buenos resultados en las negociaciones para mejorar el TLC. De igual manera, que la amistad entre ambos países se fortalezca a medida que se trabaje conjuntamente para afrontar los nuevos desafíos del mundo moderno y contribuir así a la creación de una sociedad más pacífica y libre.
Nuevo Pudahuel, operador del Aeropuerto de Santiago, anunció este viernes el inicio de operaciones de Turkish Airlines.
A partir de diciembre, la aerolínea turca iniciará sus operaciones para conectar la capital de Chile y Estambul.
Con cuatro frecuencias semanales, el vuelo se realizará vía Sao Paulo en un Airbus A350-900, con capacidad para 324 asientos. Por esto, el servicio ofrecerá una capacidad de 2.600 pasajeros por semana.
A través de un comunicado, Nuevo Pudahuel expresó “su gran satisfacción de recibir a Turkish Airlines, por el gran alcance que dará su extensa red de conexiones, a los pasajeros que viajen desde y hacia Santiago”.
La startup tecnológica de conducción autónoma WeRide presentó su solicitud para lo que podría ser la mayor Oferta Pública Inicial (OPI) de una empresa china en Estados Unidos desde la desastrosa cotización de la empresa de viajes compartidos Didi Global, en 2021.
WeRide dijo en una presentación este viernes que puede enfrentar “varios riesgos e incertidumbres legales y operativos asociados con tener nuestra sede o nuestras operaciones principalmente en China continental”. La compañía no revelará el número ni el rango de precios propuesto para sus Acciones Depositarias Estadounidenses (ADR, sigla en inglés) hasta que esté lista para comenzar a comercializarlas.
WeRide, constituida en las Islas Caimán, solicitó de forma confidencial una OPI con un plan para recaudar hasta US$ 500 millones, informó Bloomberg News el año pasado. Después de que la OPI de Didi por valor US$ 4.440 millones provocara una ofensiva por parte de Beijing contra las empresas con datos confidenciales que vendían acciones en el extranjero, los listamientos en Estados Unidos de empresas con sede en China se habían estancado.
En su presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, sigla en de EEUU), WeRide dijo que tuvo una pérdida de US$ 268 millones de sobre ingresos de US$ 55 millones el año pasado.
Fundada en 2017, WeRide desarrolla tecnología de conducción autónoma y la está probando o implementando comercialmente en 30 ciudades en siete países, dijo en el documento. WeRide produce vehículos que incluyen robotaxis, minibuses, furgonetas y barredoras de calles, además de sus soluciones de software y hardware para conducción autónoma.
Según el documento, el actual inversor Renault-Nissan-Mitsubishi Alliance acordó comprar acciones en la OPI en una colocación privada.
La oferta está dirigida por Morgan Stanley, JPMorgan Chase y China International Capital. La compañía planea que sus ADR coticen en el mercado de valores Nasdaq con el símbolo WRD.
La espectacular ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París comenzó el viernes por la noche con una flota de barcos que transportaban a 10.500 atletas a lo largo del río Sena, la primera versión al aire libre del espectáculo que se espera sea visto por mil millones de personas.
Sin embargo, el evento se vio ensombrecido por un acto de sabotaje criminal que afectó a la red ferroviaria de alta velocidad de Francia en las primeras horas de la mañana y provocó un caos en el transporte en todo el país. Una fuerte lluvia comenzó a caer aproximadamente a los 30 minutos del espectáculo de tres horas, un escenario de pesadilla para los organizadores de la representación teatral que contó con un elenco masivo de bailarines, dos orquestas y un grupo de estrellas del pop, incluida Lady Gaga haciendo una actuación con tintes de cabaret.
“Estamos preparados para este magnífico acontecimiento”, afirmó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, antes de la ceremonia, añadiendo que no se habían detectado amenazas específicas. El sabotaje ferroviario “no tendría consecuencias directas sobre los Juegos Olímpicos ni sobre la ceremonia”.
Lady Gaga lleva el cabaret a la ceremonia de apertura de los Juegos de París en el Sena
A media tarde se habían formado largas filass para que los poseedores de entradas ingresaran al perímetro altamente seguro a lo largo del río Sena, donde se esperan 320.000 espectadores a lo largo de los muelles adoquinados de la época medieval. El formato del evento requirió una fuerte seguridad: 45.000 policías fueron desplegados en tierra y en el aire, utilizando helicópteros, drones y francotiradores colocados en los tejados.
El clima también puso a prueba a las docenas de capitanes de barcos experimentados que impulsaron el desfile, quienes navegaron precisamente a la velocidad adecuada para mantener el espectáculo en línea. Algunos espectadores huyeron de los muelles para refugiarse mientras llovía a cántaros.
El presidente Emmanuel Macron recibió a más de 100 jefes de estado en la plaza Trocadero, al otro lado del río desde la Torre Eiffel, donde los atletas desembarcaron para un desfile final y una actuación esperada por la favorita francófona Céline Dion. Jill Biden, esposa del presidente estadounidense, y otros líderes asistieron previamente a una recepción en el palacio del Eliseo.
El espectáculo de tres horas contó con bailarines de ballet en el tejado del Louvre, mientras que cientos de bailarines modernos y breakdancers actuando en los muelles y en algunos de los barcos. Los artistas lucieron trajes hechos a mano por modistos franceses, incluidos Louis Vuitton y Dior de LVMH.
Cuando Reboul le propuso la idea a Tony Estanguet, jefe del comité organizador de París, el dos veces ganador de la medalla de oro reaccionó con un estupor que rápidamente se convirtió en entusiasmo. “Será ambicioso, audaz y totalmente loco”, afirmó Estanguet recordando el momento.
Aunque los funcionarios se han mostrado vagos sobre el precio, los medios franceses han informado que la ceremonia costará alrededor de 120 millones de euros, es decir unos US$ 130 millones y aproximadamente cuatro veces el costo de la inauguración de los Juegos de Londres 2012. Se espera que el coste total de los Juegos de París, que se presentó como una edición más ecológica porque se construyó poca infraestructura nueva, alcance entre 9.000 y 10.000 millones de euros, según el auditor nacional. Alrededor de un tercio de esa cantidad será costeada por los patrocinadores.