JUAN IGNACIO BRITO, Profesor de la Facultad de Comunicación e investigador del Centro de Señales de la Universidad de los Andes
juan ignacio brito
La idea de la integración latinoamericana volvió a ser mencionada en la cumbre de la Celac realizada en Buenos Aires la semana pasada. Parece que el “sueño de Bolívar” es de lo que hablan los líderes de nuestra región cuando no tienen nada más que decir. Pero lo cierto es que hasta el Libertador terminó sus días desilusionado con su ideal de unidad.
Tras la victoria en Ayacucho (1824) había llamado a América “la esperanza del universo”, pero el Congreso de Panamá (1826) que convocó para sellar la integración fue un rotundo fracaso. Ya en 1829 el héroe desencantado admitía que “hemos probado todos los principios y todos los sistemas y ninguno ha llegado a buen puerto”. Lo que prevaleció fue el desorden y la ruina, no la unidad.
El mismo Bolívar dijo de sí mismo que era “un genio de la tormenta”. Lo suyo era la guerra y la revolución, no la construcción institucional. “Muchos generales saben ganar las batallas, pero no qué hacer con sus victorias”, lamentaría, en una declaración muy autocrítica, unos meses antes de exiliarse en 1830.
Lo que sucedió con el sueño unitario de este héroe imperfecto es una sinopsis de lo que vendría después. Nuestra región es un lugar donde prevalecen la violencia, la desigualdad, las personalidades y la fragilidad institucional. No es raro que en un entorno así la integración no vaya más allá de los discursos y resulte ser una quimera. América Latina vive, como escribió el patriota Luis Briceño Méndez a Bolívar en una carta, “en la era de los errores. Para remediar uno cometemos cincuenta”.
La última nota retórica en la historia de la fallida integración regional la protagonizaron hace unos días Lula da Silva y Alberto Fernández, cuando anunciaron con más entusiasmo que realismo la creación de una moneda común, el “Sur”. Rápidamente, desde Caracas saltó el dictador Nicolás Maduro para proclamar que se sumaba a la propuesta.
Como siempre, el voluntarismo no tardó en chocar con la realidad. Es imposible que un país con un Banco Central autónomo y una inflación relativamente controlada quiera unir su política monetaria con Argentina, cuyo desorden fiscal parece irreparable. Pronto salió Brasilia a aclarar que la idea es crear una “moneda financiera”, no una que circule. De ahí vino el “sur”. ¿Volveremos a saber de él?
Las palabras más sensatas pronunciadas en la Celac vinieron de Luis Lacalle Pou, el presidente de Uruguay, esa pequeña isla de la excepcionalidad. Alzando valientemente la voz, Lacalle Pou reveló a sus compañeros el elefante en medio de la mesa de reuniones, llamando a la Celac “un club de amigos ideológicos” y afirmando que “para que este tipo de foros subsista hay que generar esperanza. Y las esperanzas se generan en el camino recorrido, en la práctica en la acción.” En otras palabras, las acciones, y no las palabras, definen la integración.
El problema evidente es que para que haya una verdadera unidad se necesitan varios requisitos: comunidad de intereses, tiempo, creación de un régimen con reglas comunes percibidas como legítimas y respetadas por todos, sistemas políticos compatibles y, finalmente, líderes comprometidos y coherentes. Todos bienes escasos en estas latitudes.
Con dolor, Bolívar llegó a reconocerlo. Por eso terminó sus días sumido en la amargura, arrepintiéndose incluso de haber hecho la guerra a la metrópolis colonial. Su diagnóstico es lapidario: “No hay buena fe en América ni entre las naciones. Los tratados son papeles; las constituciones, libros; las elecciones, los combates; libertad, anarquía; y la vida, un tormento”.
#sueño #imposible #Bolívar
Si quieres leer el artículo original puedes acceder desde este link:
El apetito de los grandes inversionistas institucionales por aumentar su exposición en acciones de SQM continuó durante los primeros meses de 2024, manteniendo la tendencia que se había registrado en 2023 cuando la minera no metálica concentró las apuestas de las AFP.
Durante enero y febrero, si bien las administradoras de fondos de pensiones fueron vendedoras netas de acciones chilenas, por un total de $ 31.952 millones, las mayores compras se realizaron en títulos de SQM-B con $ 40.031 millones, según información de BICE Inversiones que recabó DF.
Le siguió el papel de Enel Chile, con compras por $ 24.951 millones y, luego, las apuestas por sectores de consumo como CCU, con $ 19.360 millones; Cencosud, $ 18.883 millones; y SMU con $ 17.763 millones.
El subgerente de estudios de renta variable local de BICE Inversiones, Aldo Morales, explicó que, en el caso de SQM, “podría tener relación con los niveles de valorización de la compañía tras la fuerte caída de precios del litio y ajuste a la baja en expectativas”.
Respecto de las compras de los institucionales en el sector eléctrico, planteó que en 2023 “se observó una mejora en hidrología y normalización de costos de combustible que permitieron observar una mejora en el costo marginal del sistema”.
A lo anterior, se sumó “una mejora en la percepción de riesgo regulatorio, lo que generó una revalorización de las generadoras locales”, dijo.
Otro sector que acaparó la inversión de las AFP fueron compañías ligadas a consumo. “En supermercados se observó una importante resiliencia en ventas y buenos márgenes, en un contexto de inflación de alimentos de doble dígito y cifras de ventas relativamente estables”, explicó Morales.
El año pasado, las mayores compras de los fondos de pensiones en la bolsa estuvieron lideradas por títulos de SQM, seguidos por Santander y Bci. Además, Cencosud y Falabella completaron el “Top 5”.
Las mayores ventas
Las mayores desinversiones de las AFP en los primeros meses del año estuvieron concentradas en Banco de Chile, con $ 89.121 millones; seguido de Enel Américas con $ 27.113 millones; Falabella con ventas por $ 20.060 millones; Andina- B con $ 11.992 millones; y Latam, donde se registraron desinversiones por $ 8.492 millones.
En el mercado aseguran que el caso de Banco de Chile no tendría una explicación puntual, ya que las AFP siguen viendo al banco como uno de los títulos atractivos a mediano y largo plazo.
La compañía financiera también fue una de las mayores desinversiones en 2023, junto con los papeles de Hortifrut y Enel Américas.
“El mercado laboral empieza a normalizarse después de todos los ajustes que se han producido en la economía” expresó el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ante la tasa de desempleo nacional de 8,5% en el trimestre móvil diciembre de 2023 y febrero 2024 que informó este jueves el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y que implicó apenas un alza de 0,1 punto porcentual (pp.) en un año.
Frente a ello, las personas ocupadas experimentaron un alza de 3,1%, incidida tanto por las mujeres (4,2%) como por los hombres (2,3%).
El secretario de Estado detalló que el alza de una décima en la cifra comparada con igual trimestre, se debe fundamentalmente a que “la fuerza de trabajo está aumentando y lo ha estado haciendo durante todos los últimos trimestres móviles a un ritmo en torno al 3%. En este caso fue de 3,1%, cifra que es muy superior a lo habitual, lo cual indica que hay personas que se habían retirado de la fuerza de trabajo que están regresando porque la gran mayoría de ellas va encontrando empleo, lo que quiere decir que la situación en el mercado de trabajo va mejorando”.
También explicó que “este es el tercer trimestre móvil en que tenemos caída de la tasa de desocupación desestacionalizada, comparada con el trimestre móvil anterior y, al mismo tiempo, tenemos un crecimiento del empleo ajustado estacionalmente respecto del trimestre móvil anterior de 37.000 personas, que es mayor a los aumentos que hemos tenido en los dos trimestres móviles anteriores”.
Respecto de los próximos resultados en el mercado del trabajo, Marcel proyectó que “estas cifras indican que la situación del mercado laboral va mejorando gradualmente. Observamos que la creación de empleo empieza a acelerarse y probablemente este será el último trimestre móvil en que tengamos un aumento de la desocupación en 12 meses”.
Adicionalmente, destacó que “las tasas de participación están ya regresando finalmente a los niveles previos a la pandemia. Todo esto es indicativo de que también el mercado laboral empieza a normalizarse después de todos los ajustes que se han producido en la economía. Probablemente, veremos mejoras adicionales en los próximos meses”.
Molycop apelará a la Comisión Nacional de Distorsiones de Precios de productos importados para que fije derechos antidumping más altos a las bolas de acero para molienda de origen chino que están siendo investigadas por la comisión.
En el caso de las bolas de acero, del total de las cinco compañías investigadas, la Comisión recomendó la aplicación de sobretasas arancelarias para tres empresas, con valores de 9,2%, 14,2% y 22,5%, promediando 15,3%.
Según la empresa, las tasas provisionales establecidas, que en algunos casos son cero, “resultan muy bajas para el margen de dumping y el daño calculados por Molycop y no corrigen la distorsión en el mercado”. A pesar de los acotados plazos de apelación, la compañía de origen estadounidense dice que aportará” los antecedentes necesarios para respaldar su posición respecto a las tasas provisionales del mercado de bolas”.
Molycop aseguró que seguirá abasteciendo a sus clientes sin interrupciones y para ello puso en marcha un plan de continuidad operacional que le permite hacer frente a la situación no deseada que representa la eventual pérdida de un proveedor de larga data como es Siderúrgica Huachipato.