Nadie tendría que trabajar en un escenario “benigno” en el que la Inteligencia Artificial (IA) se hiciera con el control de las industrias, afirmó el jueves el multimillonario Elon Musk, quien añadió que, en su opinión, este cuadro es el más probable.
“A largo plazo, en un escenario benigno, cualquier trabajo que alguien haga será opcional, como si quisieras hacer un trabajo como una especie de hobby. Harás un trabajo, pero por lo demás la IA y los robots te proporcionarán los bienes y servicios que quieras”, dijo Musk en la feria Vivatech de París a través de una conexión de vídeo.
La empresa MKR -fundada por Mauricio Kishinevsky Rosental en 1950, y que es una de las principales compañías de venta de bicicletas en el país- esquivó la quiebra y logró sacar adelante un proceso de reorganización judicial. La firma tiene 1.500 puntos de comercialización en el país, incluyendo tiendas propias con la marca Extreme Zone.
Asesorada por el Estudio Nelson Contador Abogados & Consultores, la compañía renegoció pasivos por casi $ 9 mil millones, siendo sus principales acreedores los bancos Scotiabank Chile, BCI y De Chile.
El plan visado consiste en una estructura de amortización ordinaria de créditos bancarios a largo plazo, considerando el otorgamiento de un plazo de gracia de pago de capital de intereses. Además, se contempla la venta de un inmueble en el centro de Santiago, con el objeto de pagar a su acreedor garantizado Scotiabank y amortizar extraordinariamente los créditos de sus demás prestamistas financieros.
A su vez, la compañía propuso estructuras de pago más favorables para sus distintas clases de proveedores, nacionales e internacionales, a quienes identifica como actores clave en el levantamiento de su negocio y nuevos horizontes comerciales.
En su solicitud de reorganización, la empresa dijo que tras el boom del mercado de las bicicletas por la pandemia, el negocio cayó en una desaceleración, pero que confía en que se recuperará en los próximos años.
Detalló que la crisis sanitaria potenció de manera inesperada la venta de bicicletas, las que se transformaron en una alternativa para movilizarse en la ciudad.
Añadió que, después del aumento en las ventas durante la pandemia, la demanda de estos productos experimentó una significativa y sostenida disminución. Esto lo atribuyó al desconfinamiento y la diversificación de actividades, el empeoramiento de la situación macroeconómica a nivel global, la inflación y el aumento de tasas de interés de mercado, permitiendo menor acceso al crédito, la pérdida de poder adquisitivo, las bajas perspectivas de crecimiento, la inestabilidad y deterioro de la actividad económica local. “Esto trajo como consecuencia un alza exponencial de los stocks y sus costos asociados, alcanzando niveles nunca antes vistos”, explicó.
Uno de los objetivos del Gobierno en los próximos meses, tal como lo ratificó la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, la semana pasada ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es enviar un proyecto de ley al Congreso para avanzar en un mayor equilibrio en términos de remuneraciones entre hombres y mujeres.
Con foco en grandes empresas, la iniciativa comprometida surge 15 años después de que en 2009 entrara en escena precisamente la llamada Ley de Igualdad Salarial, la cual estableció un mismo sueldo por trabajo de igual valor en firmas con 10 o más trabajadores y sanciones monetarias que aumentan con el tamizado de la compañía.
¿Pero qué ha pasado desde entonces? Con el objetivo de entender el rol de las empresas en la brecha salarial de género y el impacto de la normativa, investigadores del Instituto de Economía de la Universidad Católica analizaron los datos del registro de cesantía, considerando a trabajadores formales que representan casi el 70% de la fuerza laboral.
Estudio indicó que la brecha salarial de género es de 25% y que las empresas explican un 39% de esta brecha.
El coautor y economista de la investigación, Gabriel Cruz, concluyó en primera instancia que la distancia salarial de género es de 25% y que el factor empresa explica un 39% de esta brecha.
“Este porcentaje nos llamó la atención, dado que es bastante alto. Esto quiere decir que la empresa tiene un alto porcentaje de incidencia en la brecha salarial de género”, indica el también candidato a doctor de la Universidad de Maryland.
Esto queda más en evidencia al mirar otros países: en Portugal, las empresas explican el 21% de la brecha, en Francia el 8%, en Italia el 31% y en Brasil el 60%.
Francisca Jünemann, Presidenta ejecutiva de Chilemujeres.
“(Una nueva legislación de equidad salarial) será igual de ineficaz que la Ley vigente si no se nivelan los derechos maternales y paternales, reformando las leyes que encarecen y desincentivan la contratación de mujeres”.
Gabriel Cruz, economista y coautor.
“Este porcentaje (factor empresa) nos llamó la atención, dado que es bastante alto. Esto quiere decir que la empresa tiene un alto porcentaje de incidencia en la brecha salarial de género”.
Además, el 39% corresponde a 10 puntos porcentuales (pp.) de la brecha salarial de género, de los cuales ocho se explican porque las mujeres se emplean -en promedio- en firmas que pagan menores salarios más bajos, mientras que los hombres lo hacen en aquellas con mayores sueldos.
“En otras palabras, la distribución de hombres y mujeres en el mercado laboral no es homogénea”, dice.
La Ley se tradujo en una reducción de la brecha en 1,5 puntos porcentuales. “Este pequeño efecto puede explicarse por el hecho de que, en promedio, la brecha no se genera dentro de la empresa, sino entre empresas”, señala Cruz.
Nueva ley y sala cuna
Para la presidenta ejecutiva de ChileMujeres, Francisca Jünemann, el estudio contiene el aporte de evidenciar la importancia de la movilidad laboral como herramienta de disminución de brechas de género, en la medida que el poder cambiarse a una empresas más grande implica que puedan acceder a lugares con menores diferencias salariales.
“Las leyes, reglamentos, resoluciones y actos administrativos deben ser más livianos en Chile, porque la rigidez actual pone barreras a la movilidad a empresas de mayor tamaño que tienen mejores sueldos y menores brechas salariales”, indica.
Acerca de qué hace falta para enfrentar el desafío de la inequidad salarial entre hombres y mujeres, la vocera indica que, en cuanto a legislación, se debe realizar una nueva ley de equidad salarial que no solo prohiba y sancione por diferencias de género, sino también por maternidad.
En esa línea, Jünemann también afirma que “será igual de ineficaz que la ley vigente si no se nivelan los derechos maternales y paternales, reformando las leyes que encarecen y desincentivan la contratación de mujeres, como la actual ley de sala cuna del artículo 203 del Código del Trabajo; porque son las mujeres quienes terminan asumiendo su costo a través de menores salarios”.
En el caso de las empresas, indica que deben medir y gestionar las brechas salariales por razones de género y maternidad.
De hecho, menciona la norma 461 de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) como una herramienta para lograrlo, pues señala que las compañías deben reportar sus brechas salariales e incluirla en sus memorias.
“Es importante que las empresas reguladas apliquen bien la metodología y aquellas empresa que no estén reguladas por la CMF, también voluntariamente lo hagan”, dice.
No más generadores diésel para alimentar transmisiones en vivo, menos carne en los menús de los atletas y muy poca construcción de nuevas sedes: los organizadores de los Juegos Olímpicos de París quieren demostrar que el evento deportivo más grande del mundo puede volverse verde.
Será una prueba no solo para las credenciales ecológicas de la capital francesa, sino también para la ambición del Comité Olímpico Internacional (COI) de albergar megaeventos sostenibles en una era de cambio climático. Para los Juegos, que comienzan el 26 de julio, París se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad en comparación con los niveles de Londres en 2012 y Ríio de Janeiro en 2016.
Pero académicos y activistas han pedido una revisión aún mayor de los JJOO en medio de grandes interrogantes sobre si eventos de gran escala alguna vez podrán ser verdaderamente ecológicos, dados los viajes aéreos y la construcción que requieren. La presión surge cuando el COI enfrenta problemas como una inminente reducción en el número de países que pueden albergar los Juegos de invierno a medida que aumentan las temperaturas.
Thomas Bach, presidente del COI, dijo que el cambio climático era “una de las mayores amenazas para el futuro del deporte”. Advirtió: “El cambio climático afecta cada vez más dónde, cuándo y cómo se puede practicar deporte. Ya está afectando el rendimiento de los atletas y la experiencia de los espectadores”.
Marie Sallois, directora de desarrollo corporativo y sostenible del COI, dijo que París sería el caso de prueba para la nueva estrategia de sostenibilidad del COI. “París es la primera edición que demuestra esta ambición”, afirmó.
Impacto de mayores temperaturas
Walker Ross, profesor de gestión deportiva en la Universidad de Edimburgo, dijo que los Juegos podrían ayudar a difundir la importancia de abordar el cambio climático. “Los JJOO son una manifestación increíblemente visible no solo del deporte sino también de la cultura global. Se transmite a hogares de todo el planeta y todos prestamos atención”, afirmó.
Pero añadió que los JJOO también estaban en “modo de supervivencia”, especialmente para las ediciones de invierno que están plagadas de nevadas cada vez menores y un clima impredecible.
Una investigación realizada para el COI dijo que el número de anfitriones viables podría reducirse a solo 10 países en todo el mundo para 2040. “Cada vez es más difícil conceptualizar la organización de un evento tan grande, especialmente cuando no se puede garantizar que haya nieve en el suelo”, dijo.
Francia tuvo poca competencia cuando presentó su candidatura a principios de este año para albergar los Juegos de Invierno en los Alpes en 2030, oferta que hizo a pesar de que los aumentos de temperatura superiores a la media han disminuido las nevadas en altitudes más bajas.
Los fenómenos meteorológicos más extremos, incluidas las temperaturas más altas en los Juegos de verano, también generarán estrés tanto para los atletas como para los espectadores. El año pasado fue el más caluroso jamás registrado.
Benja Faecks, de la organización sin fines de lucro Carbon Market Watch, dijo que los planes de la capital francesa para reducir las emisiones no iban lo suficientemente lejos. “Los Juegos tal como están ahora no tienen sentido frente al cambio climático”, afirmó.
Durante años, ha habido críticas sobre la construcción de edificios o instalaciones para los Juegos, y una investigación del COI encontró que el 15% de las sedes construidas desde 1896 ya no estaba en uso.
Más ¿es mejor?
Ross dijo que un gran problema al que se han enfrentado los JJOO es el “gigantismo”, ya que cada anfitrión quiere que su evento sea “un poco más grande, más grandioso”. Los organizadores de París dicen que su objetivo es ofrecer un evento espectacular, incluso mientras diseñan un espectáculo que consuma menos materiales y menos energía.
La nueva villa de los atletas, que se convertirá en vivienda social para 12 mil personas, fue construida en gran parte con madera y el llamado cemento bajo en carbono, y cuenta con ventilación natural en lugar de aire acondicionado, todo para garantizar menores emisiones por metro cuadrado que las de edificios tradicionales.
A diferencia de Londres, que construyó seis nuevas sedes, París construyó solo una, un nuevo centro acuático en el área de bajos ingresos de Saint-Denis que luego se convertirá en una piscina comunitaria, así como una cancha de basquetball que, según los franceses, estaba planeada de todos modos. En cambio, ahora se están construyendo ocho sedes temporales cerca de monumentos históricos como la Torre Eiffel.
Georgina Grenon, jefa de sostenibilidad de París 2024, aseguró que los organizadores habían previsto la “circularidad” de las sedes y equipos temporales. “Se ha arrendado gran parte, como los asientos y las gradas, y se ha asegurado una segunda vida al 90% del equipamiento”, dijo, citando cómo los colchones de la villa de los atletas se donarían al ejército.
A principios de este año se inauguró el centro acuático de Saint-Denis, uno de los únicos espacios nuevos. El recinto tiene capacidad para 5.500 personas y después de los Juegos la piscina será utilizada por la comunidad.
Los paneles solares en el tejado del centro proporcionan el 20% de la electricidad del lugar, y su superficie de 5.000 metros cuadrados lo convierte en el parque solar urbano más grande de Francia.
La mitad del agua de la piscina proviene de fuentes recuperadas y el 40% se recicla después de su uso, el máximo permitido por la ley francesa.
Sin embargo, persisten algunos malos hábitos: no es probable que París cumpla su objetivo de reducir el consumo de plásticos de un solo uso. Un contrato exclusivo con Coca-Cola para proporcionar bebidas ha recibido un barniz de sostenibilidad con vasos y fuentes reutilizables, pero seguirán dependiendo en gran medida de las botellas de plástico.
Otro desafío son las emisiones generadas por los espectadores que viajan al evento. Los espectadores de los próximos partidos de Los Ángeles y Brisbane dependerán aún más de los viajes aéreos en comparación con París, donde algunos equipos europeos se han comprometido a viajar en tren.
JJOO locales
David Gogishvili, investigador de la Universidad de Lausana que ha estudiado las emisiones olímpicas, dijo que no creía que fuera posible reunir a 12 mil atletas y millones de espectadores en “un solo lugar y que eso suceda de forma ecológica”.
Con los JJOO bajo tanta presión, cada vez hay más llamados a repensar el evento. “La única manera de lograr unos Juegos verdaderamente ecológicos y sostenibles es reconsiderar cómo organizamos los Juegos”, dijo Ross.
Un informe de Carbon Market Watch y Éclaircies, otro grupo sin fines de lucro centrado en el clima, propuso difundir los JJOO en todo el mundo, convirtiendo “un evento en múltiples subeventos” y dando prioridad a los espectadores locales. Los autores argumentaron que esto ya estaba sucediendo a un nivel menor, con los eventos de surf de París 2024 teniendo lugar en Tahití, Polinesia Francesa, y la navegación en Marsella.
“La cantidad de infraestructura de nueva construcción necesaria disminuiría ya que a ninguna ciudad se le pediría que proporcionara toda la infraestructura necesaria para todos los deportes olímpicos”, dice el informe.
Pero Sallois rechazó esta idea, argumentando que “descentralizar los Juegos socavaría [su] poder unificador”. “Los JJOO… Vienen con una huella, pero si bien históricamente ha sido significativa, la estamos reduciendo drásticamente”.
Los Ángeles, que acogerá el evento por tercera vez en 2028, se ha comprometido a centrarse en la “reutilización radical”, sin construir nuevas sedes permanentes. En una ciudad donde la conducción domina los viajes, los organizadores dicen que ayudarán a mejorar el transporte público y a que la gente “salga de sus autos”.
Brisbane también dijo que estaba “comprometida a ofrecer unos Juegos más sostenibles” en 2032.
Sallois dijo que llegar a cero emisiones netas no era “un viaje fácil, pero lo estamos haciendo de manera muy sistemática”.