Habrán escuchado ya que la próxima será una semana “ocupada” y hasta “decisiva” para los mercados. Esto último es una exageración, pero es cierto que podríamos ver movimientos importantes, tanto en el dólar como en acciones y renta fija, según las cifras que reciba Wall Street la próxima semana.
El evento principal ocurrirá el miércoles, cuando se publican los datos de inflación de Estados Unidos correspondientes a abril. La expectativa en el mercado es que el índice de precios al consumidor (IPC) marque un alza mensual de 0,3% en abril, tras el incremento del 0,4% de marzo. A 12 meses, se espera una tasa de inflación en 3,4%, ligeramente por debajo del registro del mes anterior que fue 3,5%.
Para la inflación subyacente (sin alimentos y energía) se espera un alza mensual de 0,3% y de 3,7% interanual, lo que marcaría una desaceleración frente al 3,8% de marzo. De confirmarse la proyección, además, sería la lectura más baja para el índice subyacente desde abril de 2021.
Tras las cifras de desaceleración del mercado laboral, un registro de inflación dentro de las expectativas reforzará la idea de que la Reserva Federal está en posición de comenzar los recortes de tasas en septiembre.
El mes no es anecdótico. Una baja de interés en septiembre le daría a la Fed espacio para realizar un segundo o hasta tercer recorte de tasas antes de fin de año. La siguiente reunión sería el 7 de noviembre, dos días después de la elección presidencial, por lo que prácticamente se descarta que sea una opción para que el banco central inicie entonces el relajamiento monetario.
La salud del consumidor estadounidense estará en la mira, con datos de ventas de retail y resultados de empresas como Walmart. Foto: Reuters
Así, si no baja las tasas en septiembre, la decisión podría postergarse hasta mediados de diciembre.
¿Por qué descartar un movimiento antes, en julio o incluso en junio?
Es una idea que comienza a escucharse ya entre los comentaristas financieros, ante lo que se ha leído como una bienvenida desaceleración de la economía estadounidense. Los mercados seguramente buscarán pistas en las conferencias agendadas por nada menos que 10 banqueros centrales. El protagonismo, sin duda, será para Jerome Powell.
El presidente de la Reserva Federal tiene agendadas dos conferencias, el martes y el domingo. La primera será una discusión con su par holandés. La segunda será durante la ceremonia de graduación en la Facultad de Leyes de la Universidad de Georgetown, su alma máter (sí, Powell es abogado, no economista).
Es más probable que Powell envíe un mensaje a los mercados en su intervención del martes. Analistas buscarán señales de que la Fed también está interpretando los recientes reportes económicos de la misma forma que ellos, como un anuncio de la desaceleración del mercado laboral que moderará el consumo y que permitirá recortar las tasas de interés.
La salud del consumidor
Consumo es la segunda palabra clave de la próxima semana. Junto con el reporte de inflación, Wall Street recibirá cifras de ventas minoristas correspondientes a abril. Se espera ver una variación mensual de 0,4%, lo que marcaría una importante desaceleración desde el 0,7% de marzo. Se trataría de la segunda baja consecutiva tras el repunte de ventas en febrero.
Además del reporte oficial, los resultados de retailers como Home Depot (martes), Walmart y Ross Stores (jueves) ofrecerán más pistas sobre posibles cambios de hábitos en los consumidores.
Hasta ahora, a pesar de la inflación, las altas tasas de interés e incluso el fin de algunos beneficios estatales, los consumidores estadounidenses han desafiado las expectativas. Es este uno de los factores que más ha complicado a la Reserva Federal, por lo que una desaceleración en el consumo será bienvenida por los mercados.
¿Punto para Milei?
Los estadounidenses no serán los únicos consumidores en la mira de los analistas. Argentina reporta su dato de inflación de abril el martes. Desde el Gobierno de Javier Milei han adelantado que la variación mensual del índice será 9%. La esperada “inflación de un dígito”.
El Gobierno argentino obviará el que la tasa a 12 meses habría alcanzado el 300%. En su lugar, el foco estará en que la meta de la “inflación a un dígito” se alcanzó antes de lo que se había previsto. En el plan inicial de Milei se planteaba este hito más hacia junio.
La baja de la inflación mensual es clave en el plan de estabilización con miras a desarmar las restricciones cambiarias.
También es clave en el discurso de la Casa Rosada sobre la efectividad de sus medidas, precisamente cuando éstas se juegan sus cartas en el Senado.
La meta de Milei es que la denominada “Ley de Bases” sea aprobada antes del anunciado “Pacto de Mayo”, en el que plantea una instancia “fundacional” para “reconstruir las bases” del modelo económico argentino.
Cambios estructurales
Otro Congreso al que estar atentos es el chileno. El lunes, tanto el Senado como la Cámara de Diputados tienen en agenda la votación de la ley corta de isapres, después de que fuera despachada por la Comisión Mixta.
Conciliadas las diferencias entre el proyecto inicial y las múltiples indicaciones, incluyendo concesiones de última hora por parte del Gobierno, se espera que el proyecto sea aprobado en ambas instancias el lunes.
La aprobación de la ley va a generar un cambio estructural en la industria de la salud privada. Desde las isapres ven al menos que un par de firmas corren riesgo. El texto que se votará el lunes implica una baja en los ingresos para las isapres, por la obligación de aplicar la tabla de factores única vigente desde 2020, y la obligación de realizar devoluciones masivas a los afiliados.
Otra consecuencia será el aumento en los costos de los planes de salud, lo que -temen en la industria- produzca una fuga de afiliados a Fonasa.
Los cambios permiten anticipar que la industria podría ser testigo de importantes operaciones de M&A. Como publicó DF: “La reestructuración del sistema privado de salud parece un hecho, por lo que, según fuentes, la ley corta podría ser un acelerante para que los controladores de las isapres, en su mayoría internacionales, tomen decisiones determinantes para su futuro en la industria local”.
Vale seguir de cerca…
Nuevos aranceles a productos chinos El anuncio de nuevos aranceles a productos chinos, especialmente autos eléctricos, de parte de EEUU. Se espera que el Presidente Joe Biden haga el anuncio el martes.
Un rally alcista en Hong Kong Alibaba, Tencent, Baidu y JD.com reportan resultados. El Hang Seng acumula un alza de 13,41% en el último mes, de la mano de un mayor entusiasmo de los inversionistas sobre las empresas chinas y las expectativas de repunte de la economía. Estas últimas podrían beneficiarse de positivas cifras de producción industrial y ventas de retail a publicarse el jueves.
El yen y el Nikkei Será una semana ocupada en Japón. Grandes empresas, como Softbank, Mitsubishi y Mizuho, destacan en la agenda de resultados. El mercado sigue con atención, si el Banco de Japón deberá intervenir nuevamente ante la caída del yen frente al dólar.
Más inteligencia artificial Mientras todavía falta un mes para que Apple devele su plan completo de IA, el mercado recibirá noticias de la firma pionera en el sector: OpenAI. El lunes se espera el lanzamiento de su buscador web, que buscará competir directamente con Google.
Otros datos económicos Martes: Minutas del banco central de Brasil, informe de Percepciones de Negocios en Chile. Miércoles: PIB del primer trimestre en la eurozona, Perú, Colombia y Japón. Jueves: Reporte semanal de subsidios por desempleo en EEUU. Viernes: Lectura final para la inflación de abril de la eurozona; Encuesta de Operadores Financieros en Chile.
#manos #los #consumidores #Powell
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Nuevo Pudahuel, operador del Aeropuerto de Santiago, anunció este viernes el inicio de operaciones de Turkish Airlines.
A partir de diciembre, la aerolínea turca iniciará sus operaciones para conectar la capital de Chile y Estambul.
Con cuatro frecuencias semanales, el vuelo se realizará vía Sao Paulo en un Airbus A350-900, con capacidad para 324 asientos. Por esto, el servicio ofrecerá una capacidad de 2.600 pasajeros por semana.
A través de un comunicado, Nuevo Pudahuel expresó “su gran satisfacción de recibir a Turkish Airlines, por el gran alcance que dará su extensa red de conexiones, a los pasajeros que viajen desde y hacia Santiago”.
La startup tecnológica de conducción autónoma WeRide presentó su solicitud para lo que podría ser la mayor Oferta Pública Inicial (OPI) de una empresa china en Estados Unidos desde la desastrosa cotización de la empresa de viajes compartidos Didi Global, en 2021.
WeRide dijo en una presentación este viernes que puede enfrentar “varios riesgos e incertidumbres legales y operativos asociados con tener nuestra sede o nuestras operaciones principalmente en China continental”. La compañía no revelará el número ni el rango de precios propuesto para sus Acciones Depositarias Estadounidenses (ADR, sigla en inglés) hasta que esté lista para comenzar a comercializarlas.
WeRide, constituida en las Islas Caimán, solicitó de forma confidencial una OPI con un plan para recaudar hasta US$ 500 millones, informó Bloomberg News el año pasado. Después de que la OPI de Didi por valor US$ 4.440 millones provocara una ofensiva por parte de Beijing contra las empresas con datos confidenciales que vendían acciones en el extranjero, los listamientos en Estados Unidos de empresas con sede en China se habían estancado.
En su presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, sigla en de EEUU), WeRide dijo que tuvo una pérdida de US$ 268 millones de sobre ingresos de US$ 55 millones el año pasado.
Fundada en 2017, WeRide desarrolla tecnología de conducción autónoma y la está probando o implementando comercialmente en 30 ciudades en siete países, dijo en el documento. WeRide produce vehículos que incluyen robotaxis, minibuses, furgonetas y barredoras de calles, además de sus soluciones de software y hardware para conducción autónoma.
Según el documento, el actual inversor Renault-Nissan-Mitsubishi Alliance acordó comprar acciones en la OPI en una colocación privada.
La oferta está dirigida por Morgan Stanley, JPMorgan Chase y China International Capital. La compañía planea que sus ADR coticen en el mercado de valores Nasdaq con el símbolo WRD.
La espectacular ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París comenzó el viernes por la noche con una flota de barcos que transportaban a 10.500 atletas a lo largo del río Sena, la primera versión al aire libre del espectáculo que se espera sea visto por mil millones de personas.
Sin embargo, el evento se vio ensombrecido por un acto de sabotaje criminal que afectó a la red ferroviaria de alta velocidad de Francia en las primeras horas de la mañana y provocó un caos en el transporte en todo el país. Una fuerte lluvia comenzó a caer aproximadamente a los 30 minutos del espectáculo de tres horas, un escenario de pesadilla para los organizadores de la representación teatral que contó con un elenco masivo de bailarines, dos orquestas y un grupo de estrellas del pop, incluida Lady Gaga haciendo una actuación con tintes de cabaret.
“Estamos preparados para este magnífico acontecimiento”, afirmó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, antes de la ceremonia, añadiendo que no se habían detectado amenazas específicas. El sabotaje ferroviario “no tendría consecuencias directas sobre los Juegos Olímpicos ni sobre la ceremonia”.
Lady Gaga lleva el cabaret a la ceremonia de apertura de los Juegos de París en el Sena
A media tarde se habían formado largas filass para que los poseedores de entradas ingresaran al perímetro altamente seguro a lo largo del río Sena, donde se esperan 320.000 espectadores a lo largo de los muelles adoquinados de la época medieval. El formato del evento requirió una fuerte seguridad: 45.000 policías fueron desplegados en tierra y en el aire, utilizando helicópteros, drones y francotiradores colocados en los tejados.
El clima también puso a prueba a las docenas de capitanes de barcos experimentados que impulsaron el desfile, quienes navegaron precisamente a la velocidad adecuada para mantener el espectáculo en línea. Algunos espectadores huyeron de los muelles para refugiarse mientras llovía a cántaros.
El presidente Emmanuel Macron recibió a más de 100 jefes de estado en la plaza Trocadero, al otro lado del río desde la Torre Eiffel, donde los atletas desembarcaron para un desfile final y una actuación esperada por la favorita francófona Céline Dion. Jill Biden, esposa del presidente estadounidense, y otros líderes asistieron previamente a una recepción en el palacio del Eliseo.
El espectáculo de tres horas contó con bailarines de ballet en el tejado del Louvre, mientras que cientos de bailarines modernos y breakdancers actuando en los muelles y en algunos de los barcos. Los artistas lucieron trajes hechos a mano por modistos franceses, incluidos Louis Vuitton y Dior de LVMH.
Cuando Reboul le propuso la idea a Tony Estanguet, jefe del comité organizador de París, el dos veces ganador de la medalla de oro reaccionó con un estupor que rápidamente se convirtió en entusiasmo. “Será ambicioso, audaz y totalmente loco”, afirmó Estanguet recordando el momento.
Aunque los funcionarios se han mostrado vagos sobre el precio, los medios franceses han informado que la ceremonia costará alrededor de 120 millones de euros, es decir unos US$ 130 millones y aproximadamente cuatro veces el costo de la inauguración de los Juegos de Londres 2012. Se espera que el coste total de los Juegos de París, que se presentó como una edición más ecológica porque se construyó poca infraestructura nueva, alcance entre 9.000 y 10.000 millones de euros, según el auditor nacional. Alrededor de un tercio de esa cantidad será costeada por los patrocinadores.