Señor Director:

Hace poco más de un mes, en el Encuetro Nacional de la Empresa (ENADE) hubo acuerdo sobre la necesidad de avanzar en el crecimiento económico del país, pero no de cualquier forma y a cualquier precio, sino que con elementos de sostenibilidad, como el enfoque humano, la preocupación por las personas y los desafíos socioambientales de Chile.

Hace pocos días, se dieron a conocer conclusiones del III Observatorio de la Sostenibilidad en Iberoamérica, de la EAE Business School, en donde se reveló que solo el 12% de las organizaciones dedican más del 1% de sus ingresos a sostenibilidad.

Chile no está desacoplado de la realidad regional. Si bien existe un impulso legislativo, así como también por parte de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), por avanzar en estos temas –próximamente realizaría ajustes a la Norma 461–, y de las empresas en reconocer que esto ya dejó de ser algo voluntario y filantrópico, quisiera que el espíritu de la ENADE se mantenga por meses y años.

Es relevante que pasemos del discurso a los hechos, logrando superar los pobres ingresos promedios regionales destinados a sostenibilidad.

No nos descuidemos, porque además, los retornos pueden ser significativos.

Teresa Oliva

Socia de Grant Thornton Chile