Combatir la brecha de género y derribar los mitos que existen alrededor de las inversiones, fueron las principales motivaciones que llevaron a Fernanda Vicente y Victoria Paz, a escribir el libro “Las mujeres invierten: aprende como hacer crecer tu dinero”, el que será presentado este miércoles.
En paralelo al escrito, realizaron una encuesta a más de 500 mujeres a lo largo de Chile, estudio que se dará a conocer en el lanzamiento, para posteriormente discutir los hallazgos en un panel conformado por la subgerenta de distribución de LarrainVial AGF, Catia Fernández y la gerenta general de la Asociación Chilena de Administradoras de Fondos de Inversión (ACAFI), Pilar Concha.
Una de las conclusiones más destacadas, según las autoras, es que el 62,1% de las encuestadas dice que no invierte por falta de conocimiento. En tanto, menciona que no lo hace por falta de dinero.
Según Vicente y Paz, esto respalda una tesis inicial: las mujeres sienten que saben menos de lo que deberían para poder invertir.“Nosotras queremos desmitificar este mundo, y que las mujeres entiendan que no tienen que ser millonarias o tener grandes conocimientos para poder invertir”, sostuvo Paz.
A pesar de esto, el 83,3% de las encuestadas señaló haber invertido alguna vez. El estudio, en tanto, arrojó que las inversiones favoritas de ellas son los instrumentos tradicionales de bajo riesgo; entre ellos destacan los depósitos a plazo y los fondos mutuos, con el 77,3% y el 63,1% de las preferencias.
En tanto, afirmaron que uno de los problemas que existe para que accedan es cierta reticencia al riesgo y que, entre ahorrar e invertir, se sienten mucho más cómodas con el concepto “ahorrar”.
De hecho, el estudio arrojó que el 87,2% de las encuestadas prefiere invertir a través de su propio banco. “La mayoría invierte en el banco, porque necesita asesoría y se les presentan oportunidades que las hacen sentir más seguras”, agregó Vicente.
Con todo, el 82% de las encuestadas afirmó que aspira a invertir más en un futuro lejano.
La motivación del escrito
A ambas autoras las mueve el mundo financiero. Fernanda Vicente es periodista de la Universidad Diego Portales y cofundadora y CEO de Money Queen by Adah, Fintech que busca mejorar el bienestar financiero de las mujeres a través de la tecnología y la innovación.
Por su parte Victoria Paz, es economista de la Universidad Adolfo Ibáñez, máster en finanzas e inversiones del ESE Business School de la Universidad de los Andes y fundadora de la plataforma “Poder Económico”, dedicada a la divulgación y análisis tanto económico como financiero.
La motivación del libro, según sostuvo Vicente, es “acercar el mundo de las inversiones a las personas comunes, con un enfoque femenino, porque desde siempre las mujeres se han expuesto a las inversiones con miedo de sentir que no sabemos lo suficiente”.
Para lograr esto, el escrito está conformado por una serie de pasos que las autoras consideran relevantes para cualquier persona que quiera adentrarse en el mundo de las inversiones, con el fin de orientar a los lectores, aunque sin que esto implique recomendaciones de productos específicos.
Boeing corre el riesgo de perder su calificación crediticia de grado de inversión, a medida el asediado fabricante de aviones enfrenta la posibilidad de una prolongada huelga de trabajadores que perturbará aún más la producción y el flujo de caja.
La calificación crediticia de la deuda no garantizada de Boeing se sitúa en Baa3 según Moody’s Ratings desde abril. Moody’s dijo en un comunicado este viernes que está revisando las calificaciones para una posible rebaja y que “evaluará la duración de la huelga y el impacto en el flujo de caja y el posible aumento de capital social que Boeing puede emprender para reforzar su liquidez”.
Boeing ha estado enfentando dificultades para mantener su calificación de grado de inversión, una misión que ahora se ha complicado por la huelga convocada por los trabajadores anoche. La compañía tiene más de US$ 45 mil millones en deuda neta y ha estado sangrando efectivo después de que se vio obligada a reducir la producción a raíz de un accidente casi catastrófico en enero.
Costos de endeudamiento
Un descenso al territorio de “bono basura” aumentaría los costos de endeudamiento de Boeing en un momento en que está luchando por reflotar sus operaciones comerciales y de defensa. Boeing también ha estado perdiendo dinero en algunos contratos de defensa, y su negocio espacial se ha visto afectado por retrasos y sobrecostos. La compañía tiene US$ 4 mil millones de deuda que vencen en 2025 y también US$ 8 mil millones que vencen en 2026, según Moody’s.
Hay otras consecuencias financieras de una rebaja de la calificación a basura, como un grupo más pequeño de inversores autorizados para comprar deuda de la empresa.
De todos modos, dos agencias calificadoras deben rebajar una empresa al grado de “especulativo” antes de que su deuda pierda el nivel de grado de inversión.
El director financiero Brian West dijo a los analistas en una conferencia de Morgan Stanley el viernes que la compañía está estudiando medidas para apuntalar su balance. El fabricante de aviones está evaluando su estructura de capital para garantizar que pueda cumplir con los pagos de su deuda durante los próximos 18 meses, dijo.
“Seguimos comprometidos a gestionar el balance con prudencia”, dijo West en una conferencia. “Queremos priorizar la calificación crediticia de grado de inversión”.
Voto de huelga
Unos 33 mil trabajadores de las principales plantas de Boeing en el área de Seattle votaron anoche para rechazar un nuevo acuerdo laboral e ir a la huelga. Boeing ha dicho que está dispuesta a volver a la mesa de negociaciones, después de ofrecer un aumento salarial de 25% junto con otros incentivos. No está claro qué tan larga y perjudicial podría ser una huelga, y los dirigentes sindicales también han dicho que están dispuestos a reanudar las conversaciones.
Fitch Ratings también dijo este viernes que la calificación de grado de inversión de Boeing tiene “margen limitado para una huelga”. Al igual que Moody’s, Fitch sitúa a Boeing en el peldaño más bajo por encima del grado especulativo. Lo mismo se aplica a Standard & Poor’s, que califica a Boeing con BBB-.
El tipo de cambio volvía a caer este viernes, ya que la idea de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos podría comenzar su ciclo de relajación monetaria con un movimiento de gran magnitud está contagiando a los mercados globales.
La paridad bajaba $ 6 a $ 925,5 al inicio de la tarde en Chile, con miras a una tercera jornada de caídas luego de retroceder más de $ 10 en la víspera, según los datos de Bloomberg.
El cobre Comex, en tanto, subía 1,24% a US$ 4,25 la libra y el dollar index bajaba 0,34% a 101,02 puntos, en un escenario donde las monedas de Latinoamérica destacaban entre las más fortalecidas del mundo emergente.
S&P 500 supera los 5.600 puntos impulsado por mayores apuestas a una Fed más agresiva en la primera baja de tasas
Opiniones de peso
Las tasas de mercado aflojaban y los traders de renta fija aumentaban a cerca de 50% la probabilidad esperada de que la Fed baje su tasa clave en 50 puntos base (pb) el 18 de septiembre, frente a la opción de bajarla sólo 25 pb, que hasta ayer era la postura visiblemente mayoritaria.
“Las declaraciones del exmiembro del Comité Federal de Mercado Abierto, Bill Dudley, quien dijo explícitamente que si siguiera en el comité presionaría a favor de un recorte de 50 pb, contribuyeron anoche (en Asia) a los argumentos a favor de una relajación monetaria más profunda. Además, algunos medios de comunicación sugirieron que la decisión estaría muy reñida entre 25 y 50 pb”, escribió el estratega de divisas de ING, Francesco Pesole.
Para el peso chileno, hay más. “La demanda de China favorece de manera significativa al cobre, incentivando la apreciación del peso, entre otros factores. Por su parte, las monedas latinoamericanas se ven favorecidas tras ser afectadas negativamente en las últimas semanas por una salida generalizada de la región”, dijo a DF la gerenta de trading y distribución del Banco Internacional, Carolina Ruiz.
Y también sobre el peso en particular, agregó que se ha visto un aumento de flujos favorables a la moneda local por parte del sector real y de extranjeros, anticipándose a los feriados de Fiestas Patrias.
La confianza del consumidor estadounidense alcanzó un máximo de cuatro meses a principios de septiembre, ayudada por las expectativas de inflación a corto plazo más moderadas desde finales de 2020 y las perspectivas de menores costos de endeudamiento.
El índice de confianza aumentó a 69 desde 67,9 en agosto, según mostraron este viernes cifras preliminares de la Universidad de Michigan. La estimación mediana en una encuesta de Bloomberg entre economistas apuntaba a una lectura de 68,5.
Los consumidores esperan que los precios aumenten a una tasa anual del 2,7% durante el próximo año en comparación con el 2,8% esperado un mes antes. Eso representó un cuarto mes de caídas en las expectativas de inflación a corto plazo. Además consideraron que la inflación aumentaría 3,1% sobre una base anualizada durante los próximos cinco a 10 años, frente al 3% del mes anterior.
El mayor temor
La encuesta mostró que una mayor proporción de consumidores cree que el desempleo es ahora potencialmente más preocupante que la inflación. Esa opinión es consistente con la de los funcionarios de la Reserva Federal, que se espera que comiencen a bajar las tasas de interés en su reunión de la próxima semana.
“Los consumidores expresaron menos preocupaciones este mes por los altos precios de los bienes duraderos, los vehículos y las viviendas, así como por sus finanzas personales”, dijo en un comunicado Joanne Hsu, directora de la encuesta.
Los encuestados también se mostraron más optimistas sobre las perspectivas de la economía, y el 54% anticipó que las tasas de interés disminuirían el siguiente año, igualando el máximo observado en 1980.