El 2023 fue un año de cierta normalización para el precio de los combustibles en Chile, luego de los aumentos históricos registrados el año previo, al alero de los efectos macroeconómicos de la invasión rusa en Ucrania.
Muestra de lo anterior es que el Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Mepco) revirtió la tendencia del 2022, cuando entregó millonarios subsidios para contener el alza del valor de la gasolina en nuestro país.
Según un análisis elaborado por el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC), el año pasado el Mepco generó una recaudación neta de US$ 196 millones, producto del aumento del impuesto específico a los combustibles.
La lógica del Mepco es reducir transitoriamente el gravamen cuando los valores de la gasolina, el diésel y el gas licuado de petróleo (GLP) aumentan en el mercado local, y subir el impuesto cuando el precio de la energía cae.
En 2022, en cambio, el instrumento había entregado subsidios para suavizar el alza de los combustibles por US$ 2.630 millones.
El documento, elaborado por los investigadores Luis Gonzales e Isidora Lara, calcula que de las 52 semanas del año, el Mepco entregó subsidio a los combustibles en 26 y 16 semanas para la gasolina y el diésel, respectivamente, ambos menores al promedio histórico de 34 y 37 semanas, respectivamente, mientras que en las rentas semanas se produjo recaudación del impuesto específico.
Según Gonzales y Lara, en 2023 existieron tres momentos relevantes a lo largo del año para la recaudación.
El primero, desde inicios del año hasta julio, con un escenario de bajas en los precios de los combustibles y, por tanto, una recaudación adicional por US$ 529 millones. El segundo momento se produjo entre fines de julio y octubre, cuando se gastaron US$ 382 millones en subsidios. Por último, el tercer hito se produjo entre noviembre y diciembre, con una nueva baja en los precios que llevo a una recaudación de US$ 49 millones.
Todo esto totaliza una recaudación neta en 2023 de US$ 196 millones, calcula Clapes UC.
“El impuesto específico a los combustibles depende del precio internacional de petróleo, el tipo de cambio y el acumulado de los traspasos de precios, ya sea a la alza o baja, los cuales determinan la información para definir los precios al consumidor final. A finales de 2023, se observa que el componente variable del impuesto específico comienza nuevamente una tendencia al alza”, complementa el análisis.
Perspectivas para este año
El análisis de Clapes UC anticipa una reducción en el impacto del precio de la energía en los bolsillos de los chilenos, lo que ya se ha estado reflejando en los valores de la energía, gasolina, diésel, GLP, electricidad y parafina.
“La transición a la energía limpia está generando nuevas superpotencias verdes y rediseñando el mapa de los recursos energéticos. El litio, el cobre y el níquel importan mucho más, mientras que el petróleo y el gas, además de las regiones que dominan su oferta, importan menos. La competencia por los recursos verdes está remodelando la geopolítica y el comercio, y generando algunos ganadores y perdedores inesperados”, sostienen Gonzales y Lara.
De hecho, la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) anunció el pasado 17 de eneroque el precio de las gasolinas de 93 y 97 octanos bajaría $1,8 y $2,3 por litro a partir de dicha semana, respectivamente. El precio del diésel caería $12 por litro. En tanto, para el GLP de uso vehicular se calculaba un aumento de $ 3 por litro.
Nuevo Pudahuel, operador del Aeropuerto de Santiago, anunció este viernes el inicio de operaciones de Turkish Airlines.
A partir de diciembre, la aerolínea turca iniciará sus operaciones para conectar la capital de Chile y Estambul.
Con cuatro frecuencias semanales, el vuelo se realizará vía Sao Paulo en un Airbus A350-900, con capacidad para 324 asientos. Por esto, el servicio ofrecerá una capacidad de 2.600 pasajeros por semana.
A través de un comunicado, Nuevo Pudahuel expresó “su gran satisfacción de recibir a Turkish Airlines, por el gran alcance que dará su extensa red de conexiones, a los pasajeros que viajen desde y hacia Santiago”.
La startup tecnológica de conducción autónoma WeRide presentó su solicitud para lo que podría ser la mayor Oferta Pública Inicial (OPI) de una empresa china en Estados Unidos desde la desastrosa cotización de la empresa de viajes compartidos Didi Global, en 2021.
WeRide dijo en una presentación este viernes que puede enfrentar “varios riesgos e incertidumbres legales y operativos asociados con tener nuestra sede o nuestras operaciones principalmente en China continental”. La compañía no revelará el número ni el rango de precios propuesto para sus Acciones Depositarias Estadounidenses (ADR, sigla en inglés) hasta que esté lista para comenzar a comercializarlas.
WeRide, constituida en las Islas Caimán, solicitó de forma confidencial una OPI con un plan para recaudar hasta US$ 500 millones, informó Bloomberg News el año pasado. Después de que la OPI de Didi por valor US$ 4.440 millones provocara una ofensiva por parte de Beijing contra las empresas con datos confidenciales que vendían acciones en el extranjero, los listamientos en Estados Unidos de empresas con sede en China se habían estancado.
En su presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, sigla en de EEUU), WeRide dijo que tuvo una pérdida de US$ 268 millones de sobre ingresos de US$ 55 millones el año pasado.
Fundada en 2017, WeRide desarrolla tecnología de conducción autónoma y la está probando o implementando comercialmente en 30 ciudades en siete países, dijo en el documento. WeRide produce vehículos que incluyen robotaxis, minibuses, furgonetas y barredoras de calles, además de sus soluciones de software y hardware para conducción autónoma.
Según el documento, el actual inversor Renault-Nissan-Mitsubishi Alliance acordó comprar acciones en la OPI en una colocación privada.
La oferta está dirigida por Morgan Stanley, JPMorgan Chase y China International Capital. La compañía planea que sus ADR coticen en el mercado de valores Nasdaq con el símbolo WRD.
La espectacular ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París comenzó el viernes por la noche con una flota de barcos que transportaban a 10.500 atletas a lo largo del río Sena, la primera versión al aire libre del espectáculo que se espera sea visto por mil millones de personas.
Sin embargo, el evento se vio ensombrecido por un acto de sabotaje criminal que afectó a la red ferroviaria de alta velocidad de Francia en las primeras horas de la mañana y provocó un caos en el transporte en todo el país. Una fuerte lluvia comenzó a caer aproximadamente a los 30 minutos del espectáculo de tres horas, un escenario de pesadilla para los organizadores de la representación teatral que contó con un elenco masivo de bailarines, dos orquestas y un grupo de estrellas del pop, incluida Lady Gaga haciendo una actuación con tintes de cabaret.
“Estamos preparados para este magnífico acontecimiento”, afirmó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, antes de la ceremonia, añadiendo que no se habían detectado amenazas específicas. El sabotaje ferroviario “no tendría consecuencias directas sobre los Juegos Olímpicos ni sobre la ceremonia”.
Lady Gaga lleva el cabaret a la ceremonia de apertura de los Juegos de París en el Sena
A media tarde se habían formado largas filass para que los poseedores de entradas ingresaran al perímetro altamente seguro a lo largo del río Sena, donde se esperan 320.000 espectadores a lo largo de los muelles adoquinados de la época medieval. El formato del evento requirió una fuerte seguridad: 45.000 policías fueron desplegados en tierra y en el aire, utilizando helicópteros, drones y francotiradores colocados en los tejados.
El clima también puso a prueba a las docenas de capitanes de barcos experimentados que impulsaron el desfile, quienes navegaron precisamente a la velocidad adecuada para mantener el espectáculo en línea. Algunos espectadores huyeron de los muelles para refugiarse mientras llovía a cántaros.
El presidente Emmanuel Macron recibió a más de 100 jefes de estado en la plaza Trocadero, al otro lado del río desde la Torre Eiffel, donde los atletas desembarcaron para un desfile final y una actuación esperada por la favorita francófona Céline Dion. Jill Biden, esposa del presidente estadounidense, y otros líderes asistieron previamente a una recepción en el palacio del Eliseo.
El espectáculo de tres horas contó con bailarines de ballet en el tejado del Louvre, mientras que cientos de bailarines modernos y breakdancers actuando en los muelles y en algunos de los barcos. Los artistas lucieron trajes hechos a mano por modistos franceses, incluidos Louis Vuitton y Dior de LVMH.
Cuando Reboul le propuso la idea a Tony Estanguet, jefe del comité organizador de París, el dos veces ganador de la medalla de oro reaccionó con un estupor que rápidamente se convirtió en entusiasmo. “Será ambicioso, audaz y totalmente loco”, afirmó Estanguet recordando el momento.
Aunque los funcionarios se han mostrado vagos sobre el precio, los medios franceses han informado que la ceremonia costará alrededor de 120 millones de euros, es decir unos US$ 130 millones y aproximadamente cuatro veces el costo de la inauguración de los Juegos de Londres 2012. Se espera que el coste total de los Juegos de París, que se presentó como una edición más ecológica porque se construyó poca infraestructura nueva, alcance entre 9.000 y 10.000 millones de euros, según el auditor nacional. Alrededor de un tercio de esa cantidad será costeada por los patrocinadores.