“Siempre decía ‘al grano, vamos’; no le gustaba perder tiempo”, dice el empresario Fernando Concha sobre Sebastián Piñera. “Una persona que me marcó mucho, porque fue mi primer jefe cuando salí de la universidad, además de mi amigo y Presidente de la República”, añade el socio co-fundador de la empresa de servicios financieros Falcom.
“Fui de los primeros que partimos en Citicorp-Santiago. Sebastián armó este grupo, al cual entré a trabajar al salir de la universidad a fines del año 1981. Tenía 22 años”, recuerda Concha.
“Sebastián era el jefe y, siempre, lo primero que preguntaba era ‘qué porcentaje de la generación saliste’. Si saliste cerca del 50%, daba vuelta la página. Yo entré casi como de goma para trabajar con Ignacio Guerrero, José Cox e Isidoro Palma, que eran los más senior que estaban en ese minuto. Entré, curiosamente, con mi hermano Ignacio, que murió; él era ingeniero Civil y yo Comercial. A él lo hizo gerente de operaciones y a mí me tiró en la parte financiera”; añade.
“Sebastián papá estaba más dedicado a la política, ya no estaba tanto en el día a día en los negocios, está su hijo (…) él estaba tomando mucho de los roles, sobre todo en las inversiones”.
El empresario luego hace referencia al equipo que logró conformar el exPresidente en Citicorp: “Era de gente tremendamente preparada, pero además grata para trabajar, gente con valores similares. Por otra parte, le daba mucha responsabilidad a cada uno, que éramos tremendamente jóvenes, y después nos exigía”.
Y añade: “Sebastián no era una persona muy protocolar, era muy directa, con reuniones muy eficientes, al grano, en que cada uno tenía que plantear lo que estaba haciendo, los resultados que tenía. Incentivaba mucho a tomar decisiones y a tomar riesgo, obviamente riesgos calculados. No le gustaban los burócratas, por el contrario, le gustaba la gente que hacía cosas. Gracias a eso, en el Citi tuvimos un periodo muy extraordinario porque, en el fondo, tuvimos que desarrollar casi el mercado de capitales chileno en ese minuto. Me acuerdo que nos tocó hacer el primer bono corporativo, que fue de la Siderúrgica Huachipato. Después fuimos la primera corredora asociada a un banco; fue una pelea larga con la Bolsa de Comercio. Fue una experiencia muy interesante, de mucha innovación”.
Afirma que “aparte de esa coraza de hombre relativamente rudo, tenía un tremendo corazón. Cuando uno se equivocaba o tenía algún problema, él inmediatamente tendía la mano”, destaca. -¿Qué hay de cierto que el banco, o Sebastián, no era buen pagador frente a otras empresas?-Efectivamente, cuando salí de la universidad tenía dos ofertas: una, de la Superintendencia, que pagaba como $ 80 mil de la época mensuales, que eran como US$ 2 mil, y Sebastián me ofreció $ 40 mil, la mitad. Pero daba igual, y él mismo nos decía que “da lo mismo cuánto entren ganando a una oficina, lo importante es tu proyección, tu capacidad de crecimiento y lo que vas a poder lograr”. Y efectivamente fue así: fue un semillero, con gente muy preparada y uno crecía muy rápido. Yo, a los 29 años, era gerente de inversiones de Provida.
Concha trabajó en Citigroup 27 años, ocupando importantes posiciones de liderazgo, incluyendo las de director Responsable por la Región Sudamérica ex Brasil, gerente general de Citibank Chile y director Corporativo de Banamex. Luego, decidió independizarse y formar Falcom Asset Management.
Precisamente, la última vez que estuvo con Sebastíán Piñera fue en las oficinas de la empresa financiera en el barrio El Golf a fines del año pasado. “Vino con su hijo Sebastián, que es una persona muy inteligente que aprendió mucho de su padre. Y estaba tomando mucho de los roles, sobre todo en las inversiones. Sebastián papá estaba más dedicado a la política, ya no estaba tanto en el día a día en los negocios, está su hijo”, destaca Concha, quien deja para el último una anécdota que, dice, refleja fielmente al exPresidente.“A Sebastián le gustaba hacer competir en todo. Una vez nos invitó a Caburga y era agotador, porque uno partía con el tenis, después correr al lago, ski acuático, preguntas de ingenio. Le gustaba mucho estar siempre participando en competencias y ganar”.
La startup tecnológica de conducción autónoma WeRide presentó su solicitud para lo que podría ser la mayor Oferta Pública Inicial (OPI) de una empresa china en Estados Unidos desde la desastrosa cotización de la empresa de viajes compartidos Didi Global, en 2021.
WeRide dijo en una presentación este viernes que puede enfrentar “varios riesgos e incertidumbres legales y operativos asociados con tener nuestra sede o nuestras operaciones principalmente en China continental”. La compañía no revelará el número ni el rango de precios propuesto para sus Acciones Depositarias Estadounidenses (ADR, sigla en inglés) hasta que esté lista para comenzar a comercializarlas.
WeRide, constituida en las Islas Caimán, solicitó de forma confidencial una OPI con un plan para recaudar hasta US$ 500 millones, informó Bloomberg News el año pasado. Después de que la OPI de Didi por valor US$ 4.440 millones provocara una ofensiva por parte de Beijing contra las empresas con datos confidenciales que vendían acciones en el extranjero, los listamientos en Estados Unidos de empresas con sede en China se habían estancado.
En su presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, sigla en de EEUU), WeRide dijo que tuvo una pérdida de US$ 268 millones de sobre ingresos de US$ 55 millones el año pasado.
Fundada en 2017, WeRide desarrolla tecnología de conducción autónoma y la está probando o implementando comercialmente en 30 ciudades en siete países, dijo en el documento. WeRide produce vehículos que incluyen robotaxis, minibuses, furgonetas y barredoras de calles, además de sus soluciones de software y hardware para conducción autónoma.
Según el documento, el actual inversor Renault-Nissan-Mitsubishi Alliance acordó comprar acciones en la OPI en una colocación privada.
La oferta está dirigida por Morgan Stanley, JPMorgan Chase y China International Capital. La compañía planea que sus ADR coticen en el mercado de valores Nasdaq con el símbolo WRD.
La espectacular ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París comenzó el viernes por la noche con una flota de barcos que transportaban a 10.500 atletas a lo largo del río Sena, la primera versión al aire libre del espectáculo que se espera sea visto por mil millones de personas.
Sin embargo, el evento se vio ensombrecido por un acto de sabotaje criminal que afectó a la red ferroviaria de alta velocidad de Francia en las primeras horas de la mañana y provocó un caos en el transporte en todo el país. Una fuerte lluvia comenzó a caer aproximadamente a los 30 minutos del espectáculo de tres horas, un escenario de pesadilla para los organizadores de la representación teatral que contó con un elenco masivo de bailarines, dos orquestas y un grupo de estrellas del pop, incluida Lady Gaga haciendo una actuación con tintes de cabaret.
“Estamos preparados para este magnífico acontecimiento”, afirmó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, antes de la ceremonia, añadiendo que no se habían detectado amenazas específicas. El sabotaje ferroviario “no tendría consecuencias directas sobre los Juegos Olímpicos ni sobre la ceremonia”.
Lady Gaga lleva el cabaret a la ceremonia de apertura de los Juegos de París en el Sena
A media tarde se habían formado largas filass para que los poseedores de entradas ingresaran al perímetro altamente seguro a lo largo del río Sena, donde se esperan 320.000 espectadores a lo largo de los muelles adoquinados de la época medieval. El formato del evento requirió una fuerte seguridad: 45.000 policías fueron desplegados en tierra y en el aire, utilizando helicópteros, drones y francotiradores colocados en los tejados.
El clima también puso a prueba a las docenas de capitanes de barcos experimentados que impulsaron el desfile, quienes navegaron precisamente a la velocidad adecuada para mantener el espectáculo en línea. Algunos espectadores huyeron de los muelles para refugiarse mientras llovía a cántaros.
El presidente Emmanuel Macron recibió a más de 100 jefes de estado en la plaza Trocadero, al otro lado del río desde la Torre Eiffel, donde los atletas desembarcaron para un desfile final y una actuación esperada por la favorita francófona Céline Dion. Jill Biden, esposa del presidente estadounidense, y otros líderes asistieron previamente a una recepción en el palacio del Eliseo.
El espectáculo de tres horas contó con bailarines de ballet en el tejado del Louvre, mientras que cientos de bailarines modernos y breakdancers actuando en los muelles y en algunos de los barcos. Los artistas lucieron trajes hechos a mano por modistos franceses, incluidos Louis Vuitton y Dior de LVMH.
Cuando Reboul le propuso la idea a Tony Estanguet, jefe del comité organizador de París, el dos veces ganador de la medalla de oro reaccionó con un estupor que rápidamente se convirtió en entusiasmo. “Será ambicioso, audaz y totalmente loco”, afirmó Estanguet recordando el momento.
Aunque los funcionarios se han mostrado vagos sobre el precio, los medios franceses han informado que la ceremonia costará alrededor de 120 millones de euros, es decir unos US$ 130 millones y aproximadamente cuatro veces el costo de la inauguración de los Juegos de Londres 2012. Se espera que el coste total de los Juegos de París, que se presentó como una edición más ecológica porque se construyó poca infraestructura nueva, alcance entre 9.000 y 10.000 millones de euros, según el auditor nacional. Alrededor de un tercio de esa cantidad será costeada por los patrocinadores.
Desde el jueves y hasta el sábado estarán reunidas en el Hotel Noi de Colchagua un grupo de emprendedoras que se conectará con mujeres inversionistas, con miras a hacer conexiones, obtener financiamiento y aprender cómo potenciar sus negocios.
El encuentro es el primer bootcamp dedicado exclusivamente a mujeres y está organizado por Vanda Angels, la red de inversionistas ángeles impulsada por Emerge Lab y apoyada por Corfo.
“Mi expectativa de este viaje es conocer a todas estas maravillosas emprendedoras, compartir nuestra experiencia, conectarnos y, y por supuesto, presentar nuestro mi proyecto que es mi pasión de vida. Llevamos ya siete años”, dijo antes de salir desde Santiago Francisca Solé, fundadora de UNI-KO, que produce aguas saborizadas naturales.
Francisca es una de las más de 20 emprendedoras que se reunirán con casi 20 mujeres influyentes e inversionistas. La mayoría son de Santiago, pero también hay representantes de regiones.
Otra de ellas es María Jesús Olave. “Las expectativas para este bootcamp son conectar, conocer el ecosistema de mujeres y compartir. Además me gustaría analizar el negocio que estoy haciendo, reflexionar sobre él. Evaluar los modelos de negocios y generar instancias más reflexivas sobre lo que estamos haciendo. Estoy muy contenta de que sean puras mujeres, es un momento mucho más relajado, más distendido y empático”, afirmó la fundadora de Komb, empresa que desarrolla ingredientes funcionales a partir de residuos orgánicos de la industria alimentaria.
Las inversionistas participarán jueves y viernes, mientras que las emprendedoras tienen su agenda el viernes y sábado. El programa contempla sesiones de trabajo, experiencias –como la creación de un vino- e instancias de networking. Este viernes, ambos grupos compartirán en un almuerzo de conexión y en un speed dating.
Escalamiento y know how
“En este bootcamp espero conocer a muchas emprendedoras e inversionistas y tener conexiones para generar acuerdos comerciales, ojalá con emprendimientos y también conversar con inversionistas para ver si eventualmente estarían interesadas en invertir en la empresa”, aseguró Kyung-A Im, fundadora de Veterimedi, una plataforma que conecta a médicos veterinarios con tutores de mascotas para consultas a domicilio y telemedicina.
La expectativa también es alta de parte de las mujeres influyentes. Entre las participantes destaca, por ejemplo, Pamela Chávez, quien ha fundado tres empresas de biotech y participa en el directorio del Foro Innovación; María José Montero, socia y directora del área de inversión de impacto y de sustentabilidad de Ameris; e Isabel Almarza, CEO de Mycrosystem y miembro del Consejo de Asesores para Startups de UDD Ventures.
“En mi rol de facilitadora, lo que busco es conectar con las emprendedoras y replicar lo que hago en el corporativo. Abrirnos y trabajar con startups, además de apoyarlas en el proceso y mostrarles lo que se necesita de parte de las empresas para que puedan escalar su proyecto. No siempre se trata de invertir, sino de escalar, ese traspaso de conocimiento es mi aporte”, dijo Jacqueline González, jefa de desarrolla de Innovación en Elecmetal.
“Ha sido excelente, una súper buena red para conectar. He aprendido harto y tengo muchas ganas de invertir”, afirmó Varinka Farren, CEO de Hub Apta y fundadora de la Women Board Up.
Por su parte, Daniela Albarran, emprendedora y empresaria, aseguró: “Estamos pavimentándole el camino a las nuevas generaciones, estamos trabajando en conjunto para un mejor futuro y lo hemos pasado increíble”.