Por estos días Claudio Orrego e Irací Hassler se preparan para compartir un pie de cueca en el inicio de las fondas del Parque O’Higgins, tal como lo hicieron el año pasado. El gobernador de la Región Metropolitana y la alcaldesa de Santiago no solo comparten escenario, sino que coinciden en un punto: la cárcel de alta seguridad que planea construir el gobierno del Presidente Gabriel Boric debe concretarse fuera del núcleo urbano.

Ayer, el Ministerio de Vivienda, encabezado por Carlos Montes, recibió un oficio del gobernador en que expuso que “las instalaciones penitenciarias deben ubicarse fuera del área urbana, específicamente en las zonas clasificadas como Zonas de Interés Silvoagropecuario Mixto 1″. Así, Orrego reforzó el fuerte rechazo que ha planteado la alcaldesa Hassler sobre construir la cárcel en Pedro Montt, en la comuna que ella administra.

Previamente, desde el municipio de Santiago compartieron con la gobernación -y también con los consejeros regionales- su informe, en el que detallaban sus razones para oponerse al nuevo centro penitenciario.

Aunque el oficio de la gobernación -que no es vinculante, destacan cercanos a Orrego- sorprendió a La Moneda, lo cierto es que desde los inicios de esta discusión la autoridad regional hizo ver que, si bien él es partidario de construir una cárcel de alta seguridad en la Región Metropolitana, no ve con buenos ojos que se haga en el núcleo urbano.

El 27 de julio, luego de que la cárcel fuera confirmada, la máxima autoridad regional dijo que “a mí me hubiera gustado que la cárcel estuviera en otro lado, en las afueras de Santiago”. Y agregó que “me llama la atención que estemos debatiendo solamente el lugar y no lo importante que es esta cárcel”.

Días antes, en conversación con Radio Infinita, Orrego fue enfático en señalar que “yo apoyo la medida sin ningún tipo de condicionante”. Pese a que esta semana formalmente puso un matiz sobre la mesa, desde el entorno del gobernador descartan que se trate de un cambio de opinión, pues aseguran que él mantiene su postura sobre que apoyarán la medida de todas formas, aunque se construya en Pedro Montt. Pero insisten en que preferiría que fuera en otra zona.

Por lo mismo, cercanos a Orrego niegan que el oficio que enviaron se trate netamente de un respaldo a Hassler.

De todas formas, de cara a la reelección que ambos buscan, se han entregado apoyos mutuos. De hecho, la alcaldesa Hassler asistió al hito de inscripción de candidatura -como independiente- que organizó Orrego a comienzos de julio. El gesto fue significativo para el gobernador, en consideración de que, por ese entonces, el Partido Comunista -en que la jefa comunal milita- aún no resolvía si presentarían o no una candidatura propia para disputar la gobernación.

Desde el entorno de Orrego descartan que él y Hassler hayan tenido instancias para compartir en privado en los últimos días y hablar sobre la construcción de la cárcel, más allá de los ensayos de cueca. Eso sí, ambas autoridades compartieron ayer unos minutos, en la presentación del “Destacamento seguro” del eje Alameda.

De todas formas, al interior de la alianza de gobierno sostienen que el oficio que envió Orrego al Ministerio de Vivienda responde a un factor electoral. Lo plantean debido a que dentro del pacto Contigo Chile Mejor, que reúne a todos los partidos del oficialismo y a la DC, es compartida la idea de que el rechazo a la cárcel fortaleció la candidatura de Hassler. Esto incluso es aceptado por parte de la oposición, que promueve al exministro Mario Desbordes (Renovación Nacional) en Santiago.

En el gobierno se declararon sorprendidos e incómodos con la determinación del gobernador, pues contaban con que el informe de la gobernación sería favorable al proyecto anunciado por el propio Presidente Gabriel Boric en julio, en el marco de la crisis de seguridad. Al interior del oficialismo, sostienen que la determinación responde a una estrategia que busca asegurar que Orrego sea electo en primera vuelta.

Para conseguir ese objetivo en las últimas semanas Orrego ha reforzado su equipo de campaña, ha buscado apoyos transversales y se ha acercado a parlamentarios del Socialismo Democrático que también lo ven como una eventual carta presidencial si es que logra un triunfo amplio en primera vuelta. Un escenario que choca con las aspiraciones del PPD, que cuenta con que la carta indiscutida del sector sea la actual ministra del Interior, Carolina Tohá.

La negativa de Orrego a la construcción de una nueva cárcel en Santiago no es su primer roce con La Moneda.

Ad portas de afrontar los comicios, en donde apuesta por reelegirse en primera vuelta, el gobernador también lanzó dardos contra el gobierno de Boric por sentirse excluido de las reuniones que organizó el Ejecutivo para afrontar la crisis de seguridad que se agudizó a mediados de julio con 17 asesinatos en menos de una semana dentro de la RM.

Esto fue recriminado por Orrego el pasado 22 de julio, en una reunión en la que participó en Palacio junto al subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, con quien mantiene una buena relación. En ese contexto, Orrego insistió en la necesidad de incorporar a todos los actores del Estado en el combate contra la crisis de seguridad.

La semana anterior, el gobernador de la RM había publicado una queja similar en sus redes sociales, que replicó nuevamente con Monsalve, esta vez por llamada telefónica.