Los primeros resultados de las elecciones en India este martes le daban un tibio respaldo al partido del primer ministro Navendra Modi, el que si bien se imponía en los comicios no logró obtener los mismos resultados que en ocasiones anteriores. Los expertos estiman que la desigualdad en el país, que se convirtió en un tema electoral, fue clave a la hora de votar.

Pese a no conseguir la mayoría absoluta, el nacionalista Modi reivindicó su triunfo. India ha depositado su confianza en la coalición gobernante “por tercera vez consecutiva”, escribió en X el primer ministro indio refiriéndose al Partido Bharatiya Janata (BJP, Partido Popular Indio) y sus aliados. “Continuaremos el buen trabajo realizado en la última década para seguir cumpliendo las aspiraciones del pueblo”, añadió.

En su discurso en la sede del BJP, prometió escribir un “nuevo capítulo de grandes decisiones” tras declarar la victoria de su alianza de coalición. El primer ministro indio elogió el proceso electoral de su país y dijo que “todos los indios se sienten orgullosos de ello”, informó la BBC.

Modi dijo que desde 1962 ningún gobierno ha ganado un tercer mandato y añadió que el voto de su partido BJP se había duplicado en algunas zonas, incluida Delhi, donde dijo que el partido había logrado un “barrido limpio”, según el medio británico.

Se comprometió a no eludir el avance de su agenda y aseguró que “trabajaría a un ritmo más rápido en electrónica, semiconductores y fabricación de defensa”, informó Reuters. Añadió: “Este país escribirá un nuevo capítulo de grandes decisiones. Ésta es la garantía de Modi”.

Por primera vez en una década, el BJP va depender de sus socios de la alianza. Con la mitad de los 640 millones de votos contados, los resultados iniciales mostraban que el partido de Modi y sus aliados políticos habían ganado 290 escaños, suficientes para formar un gobierno mayoritario durante los próximos cinco años, pero una disminución en su victoria de 2019.

En esas elecciones generales, el partido de Modi ganó 303 de 543 escaños parlamentarios, casi seis veces más que el principal partido de oposición, el Congreso Nacional Indio.

Ahora, el BJP iba camino de perder casi 70 distritos electorales y ganar sólo 240 escaños, lo que significa que tendrá que depender de sus socios de la alianza para lograr la mayoría de 272.

La oposición, la alianza INDIA, encabezada por el centrista partido Congreso Nacional Indio de Rahul Gandhi, pareció superar con creces las expectativas, con poco más de 230 escaños. Solo esta última colectividad con casi 100 escaños, casi el doble de los 52 que obtuvo en 2019, un salto sorpresa que se espera que mejore la posición de Gandhi.

“El país ha declarado clara y unánimemente que no queremos que Narendra Modi y Amit Shah participen en la gestión de este país, no nos gusta la forma en que han dirigido este país”, dijo Gandhi a los periodistas, refiriéndose al poderoso número dos de Modi, el ministro del Interior Shah. “Ese es un mensaje enorme”.

A menudo se hace referencia a Shah como el segundo hombre más poderoso de India después de Modi, y ambos han sido estrechos aliados políticos durante décadas.

Gandhi dijo que el Congreso Nacional Indio mantendría conversaciones con sus aliados el miércoles y decidiría el curso de acción futuro, cuando se le preguntó si la oposición intentaría formar un gobierno.

Según The New York Times, la coalición de oposición liderada por el Congreso Nacional Indio se unió por temor a que un tercer mandato de Modi lo borrara del mapa político y empujara a la India hacia un gobierno de partido único. El partido de Ghandi y sus aliados aprovecharon las quejas locales con la esperanza de recuperar escaños competitivos.

Los indios votaron en siete fases a lo largo de más de seis semanas, lo que convirtió las elecciones de ese país en el ejercicio democrático más grande del mundo. La campaña coincidió con una ola de calor mortal en el norte.

Aunque el jefe de la comisión electoral celebró un “récord mundial” de 642 millones de votos en los comicios, la participación cayó ligeramente respecto a 2019, del 67,4% al 66,3%. Los analistas atribuyen este declive a las altas temperaturas de las últimas semanas en el norte de India, a menudo alrededor de los 45 ºC. Al menos 33 empleados electorales murieron de golpes de calor el sábado en el estado de Uttar Pradesh, donde el termómetro alcanzó los 46,9 ºC.

La gestión de Modi de la economía profundamente desigual de India se convirtió en un tema electoral. La oposición intentó presentar a Modi como un amigo de los multimillonarios del país que no ha logrado crear suficientes empleos, y prometió nuevas transferencias de efectivo y aprendizajes remunerados. El premier recordó a los votantes lo que ha logrado, incluidas conexiones de agua y techos para las casas.

“La NDA formará gobierno por tercera vez. El primer ministro Modi prestará juramento por tercera vez. El Congreso Nacional Indio se reunirá en la oposición por tercera vez”, dijo Jaiveer Shergill, portavoz del BJP, refiriéndose al principal partido opositor.

Dos aliados regionales clave en la Alianza Democrática Nacional (NDA) -coalición conservadora a la que pertenece el BJP- respaldaron a Modi como próximo primer ministro, rechazando las especulaciones de los medios locales de que podrían estar vacilando en su apoyo o posiblemente cambiar de bando.

El Partido Telugu Desam (TDP) y Janata Dal (United) dijeron que su alianza previa a las elecciones con el BJP estaba intacta y que formarían el próximo gobierno.

Según The Guardian, las cifras del BJP probablemente se vieron afectadas por los malos resultados del partido en el estado más poblado del país, Uttar Pradesh, que también envía 80 legisladores al Parlamento.

El partido lideraba con 33 escaños en el estado, frente a los 62 que obtuvo allí en 2019, y los analistas dijeron que los problemas cotidianos habían eclipsado el atractivo del BJP para la mayoría hindú.

La caída en el apoyo al BJP y sus aliados repercutió en la bolsa india, con una baja de 7% en el índice referencial Sensex. Las acciones de la unidad principal de la empresa Adani Enterprises, propiedad de un aliado clave de Modi, Gautam Adani, perdieron 25%.

Para Modi, este resultado “significa poner un poco los pies en la tierra y darse cuenta de, probablemente, cuáles son los errores que han podido cometer tanto él como su partido, dado que había una gran confianza en que iban a arrasar. Ellos incluso se habían propuesto, de una forma muy altanera que iban a superar los 400 escaños, una medida de hasta qué punto el partido estaba ya desconectado de la sociedad india”, explicó a Radio Francia Internacional, Ana Ballesteros, del Centro de Información y Documentación Internacionales en Barcelona (CIDOB).

“Sí, es cierto que hay una parte del electorado que compra esa ideología y en zonas que se denominan como el corazón hindú, sobre todo en el norte del país, sí que hay una polarización ideológica que es afín a este tipo de ideologías. Pero en general la población en India ha votado por la economía, por el desarrollo, por que ese crecimiento económico se reparta entre todos los sitios. Yo creo que esta polarización no ha sentado bien entre varios sectores de la sociedad que reclaman mayor atención a otros temas como el desempleo, el cambio climático, la contaminación, el acceso a servicios que no están disponibles para toda la población”, indicó.

“Toda la estructura del partido se basa en la publicidad en torno a él, pero el desafío esta vez fue que no fueron capaces de idear una serie de cuestiones que pudieran vincular en torno a Modi”, dijo a The Washington Post, Nilanjan Sircar, politólogo del Centro para Investigación de Políticas en Nueva Delhi. El gobierno “se extralimitó”, indicó. “La gente se sentía incómoda con algunas de las cosas que estaba haciendo el gobierno. Se cruzaron algunas líneas rojas”.

En el período previo a las elecciones, Modi y sus aliados irradiaban una confianza suprema, y los líderes del BJP se comprometieron a capturar 400 escaños y apostaron la campaña casi exclusivamente en función del atractivo personal de Modi.

El nombre de Modi apareció 67 veces en el manifiesto de campaña del BJP, eclipsando los eternos temas de “inflación” y “empleos” mencionados una y dos veces, respectivamente. Muchos programas de bienestar del gobierno, como bolsas de grano gratis, se comercializaron como “Garantía de Modi”. En los materiales de campaña, el BJP presentó imágenes de Modi siendo recibido por líderes mundiales como el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha tratado de cultivar vínculos con el líder indio.

Pero a medida que se desarrolló la campaña, amargas recriminaciones sobre las divisiones religiosas y de castas de India, a menudo avivadas por el propio Modi, eclipsaron las discusiones sobre sus logros, incluida la mejora de la infraestructura del país, la introducción de políticas proempresariales o la mejora de su imagen internacional, indicó el Post.