Que mujeres y hombres reciban el mismo salario por realizar el mismo trabajo es un reclamo sentido en Chile. Y aunque la Ley de Igualdad Salarial de 2009 está en vigor desde hace más de una década, los trabajadores y trabajadoras continúan enfrentando diferencias debido a actividades similares.
La brecha salarial de género ronda el 25% y varía según el sector y el tamaño de la empresa, según el estudio “Los efectos de las leyes de igualdad salarial en las primas salariales de las empresas: Evidencia de Chile”, de Tomás Rau y Gabriel Cruz, del Instituto de Economía de la Universidad Católica.
La investigación, que utilizó datos administrativos de la implementación de la Ley de Igualdad Salarial, encontró que mientras en el sector financiero y educativo la diferencia salarial entre hombres y mujeres es del 9%, en la minería asciende al 48%. En las empresas pequeñas la brecha es del 8%, y en las grandes supera el 36%.
“Muchos países han visto un estancamiento en la reducción de la brecha salarial de género en las últimas décadas”.
Francisca Pérez, Académica e investigadora FEN U. de Chile.
“Hay que fomentar que las mujeres puedan acceder más fácilmente a puestos de trabajo en estas empresas ‘buenas pagadoras’”.
Rau, director del Instituto de Economía de la UC, dice que las políticas de remuneración de las firmas explican el 39% de la brecha de género total en Chile, y el resto son factores como diferencias de puesto, habilidades específicas y elementos no observables.
A pesar de lo anterior, se observa que las distancias son más significativas entre distintas empresas que dentro de una de ellas. “Esta diferencia ‘entre empresas’ se refiere a que las empresas que pagan salarios más bajos contratan más mujeres, y las que pagan salarios más altos contratan más hombres”, señala Rau.
“No es baladí que las políticas públicas cambien esto, aunque podría ser importante que las empresas donde hay brecha de género adopten políticas activas de igualdad de género en sus equipos”, sostiene.
Tomás Rau, coautor y director del Instituto de Economía UC.
“Buena parte (de la brecha) se genera entre empresas y eso se debe a la subrepresentación de las trabajadoras en las firmas que pagan mejores salarios”.
efecto modesto
Si bien en las últimas décadas la brecha ha disminuido en Chile, en los últimos años se ha estancado.
La Ley de 2009 tuvo un impacto de 1,5 puntos, un “efecto modesto” según Rau, quien añade que “se explica porque, en promedio, la brecha no se genera dentro sino entre empresas”.
De hecho, el papel concluye que la medida afectó sólo la brecha dentro de las empresas y de manera limitada, pero no la diferencia entre las empresas.
Francisca Pérez, académica de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la U. de Chile, aclara que la brecha salarial se mantiene estancada desde la década de 1990 “porque ha habido cambios en las políticas de compensación de las empresas que han tendido perjudicar a las mujeres”.
La investigadora posdoctoral de la FEN afirma que para reducir la brecha salarial de género es fundamental modificar la actual Ley de Igualdad Salarial para mejorar su efectividad. Ello, mejorando el acceso a la información sobre las remuneraciones de otras personas en puestos de trabajo equivalentes o con calificaciones similares, salvaguardando la identidad de quien solicita la información y garantizando que el empleador cumpla con el deber de proporcionar la información solicitada.
Agrega la importancia de fortalecer la capacidad de las mujeres para negociar colectivamente y argumenta que la negociación colectiva comprime la distribución salarial -y la brecha salarial- dentro de las empresas.
Rau añade que “las cosas no se hacen por decreto”, y explica que la Ley de 2009 “intenta cerrar la brecha salarial de género dentro de la empresa, aunque eso no es lo más importante”. Así, sugiere que “antes de implementar una política pública debemos saber bien qué queremos cambiar o corregir”, ya que “es fundamental investigar el tema, aunque los tiempos de la política no necesariamente conversen con los de la investigación”. .
El dólar subía a media mañana del jueves en el mercado cambiario chileno, luego que se conocieron sólidos datos de producción industrial del INE en febrero, junto a cifras de desempleo en el trimestre diciembre-febrero, mientras que Estados Unidos revisó al alza el desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) en el cuarto trimestre de 2023.
Pasadas las 10 de la mañana, el dólar se negociaba a $983,90, con un alza de $3,39 respecto del cierre del miércoles, según las cotizaciones en Bloomberg. El dollar index se mantenía estable en 104,37, mientras que los futuros del cobre en Comex aumentaban levemente y recuperaban los US$ 4 por libra.
Los operadores esperan ahora las cifras de la inflación subyacente de gastos de consumo personal de Estados Unidos, que se publicarán el viernes, así como la comparecencia del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.
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Un positivo mes de febrero habría registrado la economía chilena, continuando con el impulso tras un cierre del 2023 mejor a lo esperado (0,2%) y que ha reconfigurado al alza las proyecciones de crecimiento para este año.
Así lo muestran las cifras de sectores económicos para el segundo mes del año, dadas a conocer este jueves por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Por una parte, el Índice de Producción Industrial (IPI) registró una expansión anual de 7,9%, la mayor desde marzo del 2018 (8,6%). Asimismo supera por lejos las estimaciones de los analistas consultados por Bloomberg, que proyectaban un alza de 5,1% en el lapso.
El buen resultado, consignó el ente estadístico, vino de la mano del positivo desempeño de los tres indicadores que componen el IPI.
El Índice de Producción Manufacturera (IPMan), anotó un crecimiento de 8,8% en doce meses, su mayor variación desde octubre pasado (9,4%). También fue mayor al 5,2% que anticipaba el mercado. El registro fue explicado, en gran medida, por el alza interanual de 36,2% en fabricación de papel y de productos de papel, que incidió 3,121 pp. en la variación del índice general.
El Índice de Producción Minera (IPMin), en tanto, presentó un aumento interanual de 7,7%, el mayor desde febrero del 2020 (10,3%), como consecuencia de la mayor actividad registrada en los tres tipos de minería que lo componen.
Finalmente, el Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua (IPEGA), creció 5,9% en doce meses, lo más alto desde septiembre del 2021 (6,6%) debido a la mayor actividad registrada en electricidad, que se incrementó 7,4%, incidiendo 5,463 pp. en la variación del índice.
Comercio sigue repuntando
Asimismo, el INE publicó el Índice de Actividad del Comercio (IAC), que mostró un avance de 1,9% en el segundo mes del año, su segundo registro consecutivo de expansión. El resultado se explicó por el positivo desempeño de sus tres indicadores.
Comercio al por menor, excepto el de vehículos automotores y motocicletas (división 47), fue la que más impactó en la variación interanual del IAC, al anotar un aumento de 4,3% y aportar 2,037 puntos porcentuales, principalmente, por la contribución de venta al por menor por correo y por internet.
Comercio al por mayor, excepto el de vehículos automotores y motocicletas (división 46) en tanto, creció un 0,5% en doce meses e incidió 0,216 puntos porcentuales en el resultado del índice, debido, fundamentalmente, al aumento en venta al por mayor de desperdicios, desechos, chatarra y otros productos.
Al contrario, comercio al por mayor y al por menor y reparación de vehículos automotores y motocicletas (división 45) decreció un 4% en doce meses, restando 0,393 puntos porcentuales en la variación del IAC, como consecuencia de la baja en venta de vehículos automotores.
El Índice de Ventas de Supermercados (ISUP) a precios constantes aumentó un 0,9% en doce meses; mientras que la serie desestacionalizada y corregida de efecto calendario anotó una expansión de 0,1% respecto al mes anterior y una baja interanual de 2,1%.
Por último, el Índice del Comercio Electrónico Minorista (ICEM) a precios corrientes aumentó 3,9% en doce meses, debido, principalmente, al alza en productos electrónicos, para el equipamiento del hogar y tecnológicos.
El gobernador de la Reserva Federal Christopher Waller dijo el miércoles que los decepcionantes datos recientes sobre la inflación confirman la necesidad de que el banco central estadounidense se abstenga de recortar su objetivo de tasas de interés a corto plazo.
“No hay prisa por recortar la tasa de interés política” en este momento, dijo Waller en un discurso elaborado para ser pronunciado ante una reunión de Economic Club de Nueva York.
Los datos recientes “me dicen que es prudente mantener esta tasa en su actual postura restrictiva, tal vez durante más tiempo de lo que se pensaba, para ayudar a mantener la inflación en una trayectoria sostenible hacia el 2%”, señaló.
Sin embargo, no se descarta una reducción de las tasas, dijo Waller, señalando que los progresos previstos en la reducción de la inflación “harán apropiado” que la Reserva Federal “comience a reducir el rango objetivo para la tasa de fondos federales este año”.
Podrían ser necesarios unos meses de datos de inflación moderada para ganar esa confianza, pero hasta entonces, una economía fuerte da a la Fed espacio para hacer balance de cómo está funcionando la actividad, dijo el funcionario.
Según Waller, retrasar el inicio de los recortes de tasas afectará probablemente al grado de relajación que ocurra este año. “Conviene reducir el número total de recortes de tasas o retrasarlos en respuesta a los datos recientes”.
Fueron los primeros comentarios de Waller desde la reunión de la semana pasada del Comité Federal de Mercado Abierto, en la que se cumplieron las expectativas y se mantuvo el rango de la tasa de interés entre el 5,25% y el 5,5%.
La Fed también refirmó las previsiones desde finales de 2023 de tres recortes de tasas este año, basándose en la idea de que la inflación retrocederá hacia el 2% a medida que avance el año.
Sin embargo, la inesperada fortaleza de la inflación ha puesto en duda que la Fed pueda cumplir sus previsiones.
Funcionarios de la Reserva Federal están esperando a ver si los datos recientes reflejan un retroceso temporal en el esfuerzo por reducir las presiones sobre los precios y, de ser así, esto podría significar una reducción de las expectativas de recorte de tasas para el año.
En la conferencia de prensa posterior a la reunión del FOMC, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que los riesgos actuales para la política monetaria tienen “de dos caras”.
“Estamos en una situación en la que si relajamos demasiado o demasiado pronto, podríamos ver cómo vuelve la inflación, y si relajamos demasiado tarde, podríamos causar un daño innecesario al empleo y a la vida laboral de las personas”, dijo.
A finales de febrero, Waller señaló que se encontraba entre los funcionarios con cierto escepticismo sobre cualquier recorte de tasas a corto plazo, dado que la economía está mostrando un fuerte crecimiento en un contexto de un mercado laboral muy fuerte.