“Asegurar su subsistencia”. Así de categórica ha sido la administración de la cadena de tiendas por departamento Corona al responder una serie de demandas de ex trabajadores por supuestos despidos injustificados.
La compañía, de propiedad de la familia Schupper, estuvo al borde de la quiebra tras la crisis social: 13 de sus 54 tiendas fueron reiteradamente vandalizadas y saqueadas. Luego vino la pandemia, con las cuarentenas, lo que volvió a golpear duramente a la firma. En octubre de 2020, sus acreedores aprobaron una reorganización judicial, con pasivos por más de $ 80 mil millones. El proceso tiene una duración de siete años y, dentro de ese tiempo, si la compañía recibe buenas ofertas podría entrar en un proceso de venta o sumar un socio.
Hasta ahora, esto no ha ocurrido. Conocedores de la interna de la compañía explican que no ha sido fácil sumar un socio o, definitivamente, vender. Por un lado, se habla del poco interés que genera actualmente la industria de las tiendas por departamento (negocio que se ve muy afectado por las crisis económicas pues las personas postergan la compra de bienes durables), pero lo más complicado -afirma un conocedor- es poner de acuerdo a los dueños de Corona: Herman y las mellizas Paulina y Malu Schupper.
Ellos heredaron la compañía fundada por su padre Leonardo Schupper Feldstein. El empresario de origen judío-holandés se instaló en Concepción en 1946. Partió con un negocio de confección de ropa al que nombró Corona, en honor a la reina Guillermina de Holanda.
A mediados de los años 80, frente a la crisis económica del país, el empresario decidió enfocarse en las tiendas por departamento. Tras su muerte en 1998, sus hijos se hicieron cargo de la firma, que se dividió en tres partes iguales.
Dos décadas después, los hermanos tuvieron sobre la mesa la opción de fusionarse con su rival La Polar. Las hermanas Malu y Paulina no quisieron avanzar en las negociaciones (consideraron que su empresa valía más que lo propuesto), mientras su hermano Herman vio con buenos ojos la operación. Finalmente, no llegaron a acuerdo, lo que -cuentan conocedores- ha pasado en más de una ocasión al interior del clan.
El 2017, la firma vivía uno de sus mejores momentos, trascendió que llegó a facturar unos $ 155 mil millones. Hoy, como es una empresa cerrada, no hay datos de ventas.
El motor de la compañía
Actualmente, los Schupper miran de lejos la fusión entre La Polar (de propiedad de Leonidas Vial) y Abcdin (ligada a la familia Santa Cruz Negri).
En el mercado hay coincidencia en que es muy difícil para Corona seguir su camino en solitario. Más, considerando que se salió del negocio financiero, que pasó de ser una importante fuente de ingresos a un lastre.
La empresa justificó su decisión en la condición económica del país, la mora de los titulares de las líneas de crédito y los elevados niveles de inflación, lo que en su conjunto -dijo- ha incrementado significativamente los costos fijos de operación.
En sus últimos reportes de resultados, a septiembre de 2023, la Sociedad de Créditos Comerciales S.A., emisora de la Tarjeta Corona, reveló pérdidas por $ 6.885 millones. De acuerdo a datos publicados por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), la compañía mantenía sólo 65.157 tarjetas vigentes al término del año pasado, con una participación de mercado de 2,7%. El total de mora alcanzó el 49%.
“Con todo, la estrategia de los accionistas del grupo empresarial es seguir reforzando su negocio de retail y moda, actividad que fue el principal motor de la compañía desde su nacimiento a mediados del siglo pasado”, dijo la compañía al anunciar el cierre de esta división en marzo de este año.
La verdad económica
En paralelo, la compañía reveló una serie de cambios internos para, según sus propias palabras, “asegurar su subsistencia”.
El pasado 3 de marzo, cinco ex trabajadores de la multitienda la demandaron por supuesto despido injustificado. En el proceso presentaron un extracto de la carta de despido del 27 de diciembre de 2023, en la cual se invocó la causal “por necesidades de la empresa”.
Ésta apuntó a un proceso de reestructuración de sus actividades, motivado por las fluctuaciones y cambios que ha experimentado en el último tiempo el comercio. Luego, se refirió a lo que denominó como una “compleja situación que aqueja actualmente a nuestra economía, derivada de la crisis sanitaria, que impide operar adecuadamente las tiendas de la compañía, lo cual obliga a una readecuación de los recursos, y a una reorganización de los costos y los gastos propios de su giro, a fin de mantener la competitividad en el mercado y asegurar su subsistencia”.
La defensa de los ex trabajadores hizo hincapié en la justificación de los despidos por la crisis sanitaria: “Todos sabemos lo difícil que fue la pandemia para este país, pero ¿por cuánto tiempo más se la podrá invocar para justificar despidos como lo hace la demandada en su carta?”.
Además, en su demanda, los trabajadores señalaron que el modelo de venta por comercio electrónico ha sido un éxito para la compañía, citando una entrevista de su gerente general, Ernesto Bartel, de agosto de 2021. “¿Cuál es la verdad económica de la empresa? ¿La desolación expuesta en las cartas de despido de fecha 27 de diciembre de 2023 o el éxito económico del que da cuenta la entrevista del gerente general de ella?”, señalaron los demandantes.
En otra acción también por supuesto despido injustificado, los abogados de la compañía respondieron a fines del año pasado. Ahí señalaron: “El término del contrato de trabajo se produce en el contexto de un proceso de reestructuración de la compañía que tuvo por objeto asegurar la viabilidad de Multitiendas Corona S.A., en atención a múltiples variables de mercado que la pusieron en la necesidad imperiosa de reducir gastos de diversa índole que comprometían la continuación de sus actividades comerciales, proceso que se vio motivado por las fluctuaciones y cambios que ha experimentado en el último tiempo la actividad del comercio, y particularmente, la industria del retail, circunstancia que constituye un hecho público y notorio”.
Según conocedores de la interna de la compañía, el plan de reestructuración está bastante avanzado (lo que incluyó el cierre de la división financiera), por lo que hay confianza en la subsistencia de la empresa, aunque siempre sobre la mesa la opción de sumar un socio, o vender.
La multitienda -a través de su agencia de comunicaciones- decidió no participar de este artículo.
Nuevo Pudahuel, operador del Aeropuerto de Santiago, anunció este viernes el inicio de operaciones de Turkish Airlines.
A partir de diciembre, la aerolínea turca iniciará sus operaciones para conectar la capital de Chile y Estambul.
Con cuatro frecuencias semanales, el vuelo se realizará vía Sao Paulo en un Airbus A350-900, con capacidad para 324 asientos. Por esto, el servicio ofrecerá una capacidad de 2.600 pasajeros por semana.
A través de un comunicado, Nuevo Pudahuel expresó “su gran satisfacción de recibir a Turkish Airlines, por el gran alcance que dará su extensa red de conexiones, a los pasajeros que viajen desde y hacia Santiago”.
La startup tecnológica de conducción autónoma WeRide presentó su solicitud para lo que podría ser la mayor Oferta Pública Inicial (OPI) de una empresa china en Estados Unidos desde la desastrosa cotización de la empresa de viajes compartidos Didi Global, en 2021.
WeRide dijo en una presentación este viernes que puede enfrentar “varios riesgos e incertidumbres legales y operativos asociados con tener nuestra sede o nuestras operaciones principalmente en China continental”. La compañía no revelará el número ni el rango de precios propuesto para sus Acciones Depositarias Estadounidenses (ADR, sigla en inglés) hasta que esté lista para comenzar a comercializarlas.
WeRide, constituida en las Islas Caimán, solicitó de forma confidencial una OPI con un plan para recaudar hasta US$ 500 millones, informó Bloomberg News el año pasado. Después de que la OPI de Didi por valor US$ 4.440 millones provocara una ofensiva por parte de Beijing contra las empresas con datos confidenciales que vendían acciones en el extranjero, los listamientos en Estados Unidos de empresas con sede en China se habían estancado.
En su presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, sigla en de EEUU), WeRide dijo que tuvo una pérdida de US$ 268 millones de sobre ingresos de US$ 55 millones el año pasado.
Fundada en 2017, WeRide desarrolla tecnología de conducción autónoma y la está probando o implementando comercialmente en 30 ciudades en siete países, dijo en el documento. WeRide produce vehículos que incluyen robotaxis, minibuses, furgonetas y barredoras de calles, además de sus soluciones de software y hardware para conducción autónoma.
Según el documento, el actual inversor Renault-Nissan-Mitsubishi Alliance acordó comprar acciones en la OPI en una colocación privada.
La oferta está dirigida por Morgan Stanley, JPMorgan Chase y China International Capital. La compañía planea que sus ADR coticen en el mercado de valores Nasdaq con el símbolo WRD.
La espectacular ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París comenzó el viernes por la noche con una flota de barcos que transportaban a 10.500 atletas a lo largo del río Sena, la primera versión al aire libre del espectáculo que se espera sea visto por mil millones de personas.
Sin embargo, el evento se vio ensombrecido por un acto de sabotaje criminal que afectó a la red ferroviaria de alta velocidad de Francia en las primeras horas de la mañana y provocó un caos en el transporte en todo el país. Una fuerte lluvia comenzó a caer aproximadamente a los 30 minutos del espectáculo de tres horas, un escenario de pesadilla para los organizadores de la representación teatral que contó con un elenco masivo de bailarines, dos orquestas y un grupo de estrellas del pop, incluida Lady Gaga haciendo una actuación con tintes de cabaret.
“Estamos preparados para este magnífico acontecimiento”, afirmó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, antes de la ceremonia, añadiendo que no se habían detectado amenazas específicas. El sabotaje ferroviario “no tendría consecuencias directas sobre los Juegos Olímpicos ni sobre la ceremonia”.
Lady Gaga lleva el cabaret a la ceremonia de apertura de los Juegos de París en el Sena
A media tarde se habían formado largas filass para que los poseedores de entradas ingresaran al perímetro altamente seguro a lo largo del río Sena, donde se esperan 320.000 espectadores a lo largo de los muelles adoquinados de la época medieval. El formato del evento requirió una fuerte seguridad: 45.000 policías fueron desplegados en tierra y en el aire, utilizando helicópteros, drones y francotiradores colocados en los tejados.
El clima también puso a prueba a las docenas de capitanes de barcos experimentados que impulsaron el desfile, quienes navegaron precisamente a la velocidad adecuada para mantener el espectáculo en línea. Algunos espectadores huyeron de los muelles para refugiarse mientras llovía a cántaros.
El presidente Emmanuel Macron recibió a más de 100 jefes de estado en la plaza Trocadero, al otro lado del río desde la Torre Eiffel, donde los atletas desembarcaron para un desfile final y una actuación esperada por la favorita francófona Céline Dion. Jill Biden, esposa del presidente estadounidense, y otros líderes asistieron previamente a una recepción en el palacio del Eliseo.
El espectáculo de tres horas contó con bailarines de ballet en el tejado del Louvre, mientras que cientos de bailarines modernos y breakdancers actuando en los muelles y en algunos de los barcos. Los artistas lucieron trajes hechos a mano por modistos franceses, incluidos Louis Vuitton y Dior de LVMH.
Cuando Reboul le propuso la idea a Tony Estanguet, jefe del comité organizador de París, el dos veces ganador de la medalla de oro reaccionó con un estupor que rápidamente se convirtió en entusiasmo. “Será ambicioso, audaz y totalmente loco”, afirmó Estanguet recordando el momento.
Aunque los funcionarios se han mostrado vagos sobre el precio, los medios franceses han informado que la ceremonia costará alrededor de 120 millones de euros, es decir unos US$ 130 millones y aproximadamente cuatro veces el costo de la inauguración de los Juegos de Londres 2012. Se espera que el coste total de los Juegos de París, que se presentó como una edición más ecológica porque se construyó poca infraestructura nueva, alcance entre 9.000 y 10.000 millones de euros, según el auditor nacional. Alrededor de un tercio de esa cantidad será costeada por los patrocinadores.