Kathrine Switzer sabía lo que estaba haciendo. El 19 de abril de 1967 se convirtió en la primera mujer en correr un maratón de forma oficial, la de Boston, en Estados Unidos, hasta entonces una competición exclusiva para hombres. Los organizadores intentaron expulsarla por la fuerza, pero tras terminar escoltada, ella reveló el propósito que la mantuvo en movimiento hasta el final. “Voy a terminar la carrera arrastrándome o a gatas si es necesario; porque si no la acabo, nadie creerá que las mujeres podemos hacerlo”, declaró entonces.

Este hito marcó un antes y un después en la igualdad de género en este deporte. Cinco años más tarde de esta histórica carrera, se permitió oficialmente a las mujeres inscribirse y competir en Boston. Switzer, en tanto, se transformó en una activista y organizó cientos de carreras alrededor del mundo para presionar al Comité Olímpico Internacional, con el fin de que los Juegos Olímpicos incluyeran el maratón femenino en su programa, objetivo que se logró en los de Los Ángeles, en 1984.

Desde entonces, la incorporación de las mujeres en el running ha ido solo en ascenso. El próximo Maratón de Santiago, que se realizará este 28 de abril, celebra cifras históricas de participación femenina. En total, este año serán casi 10 mil mujeres las que correrán la carrera en las diferentes distancias, de un universo de poco más de 30 mil personas.

La categoría de los 10 kilómetros (10K), la más popular, la proporción de 50/50 entre hombre y mujeres. En los 21 kilómetros (21K) también las mujeres han avanzado, en una proporción de 66% hombres y 34% mujeres. En los 42 kilómetros (42K), en tanto, la distancia entre géneros es mayor, con 19% de mujeres y 81% de varones.

Pero, ¿a qué se debe este fenómeno? “Lo que nos motiva a las mujeres es la sensación de sentirte partícipe. El deporte siempre ha sido asociado al hombre en términos de imagen, de la fortaleza del hombre. Entonces, yo creo que el hecho de estar ahí, demostrar y participar, me permiten crear una imagen positiva de mí misma al ser capaz de hacer estas acciones que me hacen bien”, explica Paula Ortiz, psicóloga deportiva y académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Andrés Bello.

A este fenómeno se debe sumar el hecho de que diversas empresas están fomentando la participación de sus colaboradoras en esta competencia. Este es el caso de Falabella, la tienda oficial del Maratón de Santiago 2024, que preparó a más de 40 de sus colaboradoras durante los últimos meses. Al respecto, Consuelo Hidalgo, subgerenta de Marketing de la compañía, sostiene que “En Falabella reconocemos la importancia de fomentar el bienestar integral de nuestras colaboradoras. Por ello, nos comprometemos a brindarles oportunidades que no solo fortalezcan su desarrollo profesional, sino también su bienestar físico y emocional, brindando confianza en sus capacidades, impulsándolas a superar desafíos, tanto en el deporte como en la vida misma”.

Primero, porque es una actividad fácil. Solo requiere ponerse zapatillas, unos shorts, una polera y ya está. Para practicar el running no se necesita mayor conocimiento o asesoramiento técnico. Es muy accesible, lo que lo hace universal. Mejorar la salud y el estado físico es otra razón preponderante. Pero, además, hay otros motivos.

“Las mujeres, culturalmente hablando, cumplimos muchos roles. Trabajamos, somos mamás, estamos a cargo de una casa. Entonces, está esta actividad, que se realiza de manera más autónoma, que es relativamente libre. Es una acción motora conocida, aprendemos a temprana edad a caminar y a correr. Me permite organizar mis tiempos y poder realizarlo en esas condiciones lo hace más fácil”, explica Ortiz.

La participación en competencias también tiene que ver con desafiarse y testear los propios límites. “Irse probando es algo natural cuando una prctica un deporte”, señala la psicóloga UNAB, agregando que “es un tema de empoderamiento también, de mí misma, de que siento que sí puedo hacerlo. Y también mostrar que las mujeres estamos a la par. Además, lo pasamos bien haciéndolo, hay un factor de diversión detrás que es súper importante, pasarlo bien, sentirse parte de una comunidad, y disfrutar de eso que estoy haciendo”, agrega.

Asimismo, la especialista indica que las corredoras son diversas, pero tienen elementos en común: “Buscan tener su espacio, conectarse consigo mismas. Puedes correr con música o no, pero de cierto modo, uno va arreglando el mundo un poco mientras lo haces. Buscas estar en forma y te das cuenta de que al practicar este deporte también te vas sintiendo bien, como una búsqueda también del propio bienestar”, dice la psicóloga UNAB.

Desde el punto de vista de la salud, además de ser favorable para mejorar el estado físico, correr aumenta la producción de hormonas como la serotonina, que genera una sensación de satisfacción, de bienestar. Desde lo social, es recomendable participar para compartir con otros, construir sociedad y comunidad. Y mirándolo bajo el prisma psicológico, permite trabajar en la motivación. “Con metas cada vez más ambiciosas puedo ir creciendo también, consiguiendo aquello que me voy proponiendo; entonces, al final eso se puede extrapolar a otras áreas de la vida”, explica la psicóloga.

“Sin duda es un factor protector desde el punto de vista emocional, social, y también de la salud, porque probablemente voy a cuidar lo que como, el consumo de alcohol. Si voy a correr al otro día el maratón, por ejemplo, o voy a salir a trotar el fin de semana o me voy a alimentar de manera distinta, voy a cuidar mis comidas, mi descanso y el consumo de alcohol u otras sustancias”, sostiene Paula Ortiz.

Para mejorar en el running, la especialista recomienda ponerse metas que constituyan un reto, pero que se puedan alcanzar. “Por ejemplo, si yo me pongo a trotar y digo que en un mes más participaré en el Maratón de Santiago y correré 21K, podemos decir que es una meta desafiante pero poco realista. Entonces, obviamente puede producir lesión, puede producir frustración y finalmente una desmotivación”.

Y para correr en el Maratón de Santiago, el consejo de la académica UNAB es: “Ser consciente de cómo quiero correr la carrera, cómo estoy corriendo en este minuto y cómo lo quiero hacer. También, ser muy consciente del cuerpo, escuchar cómo te vas sintiendo. Fijarse en este autodiálogo que voy teniendo, porque como es un maratón el que voy a correr, voy a hablar mucho conmigo misma. ¿En qué te vas a centrar, en el cansancio, o en lo rico que es correr? Lo qué me estoy diciendo también es importante para mantener el ritmo. Y, por último, pensar cuál fue el objetivo de esta inscripción, que eso sea el centro, y disfrutar la carrera”, concluye la experta.