Fue un fuerte opositor al gobierno de Sebastián Piñera y ahora es un parlamentario leal al gobierno. Sin embargo, el presidente de la Cámara de Diputados y Diputadas, Raúl Soto (34), sin embargo, no deja de expresar lo que le preocupa y en esta entrevista expresa la necesidad de iniciar ya el diálogo prelegislativo necesario para avanzar en las reformas tributaria y previsional, pues considera que se puede hacer en forma paralela.

El militante del PPD sigue también con preocupación los entresijos del trabajo de la Convención Constituyente (CC), con cuya dirección se reunió por segunda vez el pasado miércoles. Y aunque agradece que sus máximos representantes hayan aceptado la propuesta que se les hizo en la primera reunión, en cuanto a reunirse con los poderes constituidos e institucionales, también cree que el aumento de la opción de rechazo en el plebiscito de salida -según las encuestas- se debe a factores como “la polarización, el mal clima que hay adentro -al menos lo que se ve desde afuera-” y que “va en contra de lo que la gente están pidiendo”.

En materia de seguridad, en esta entrevista con DF Soto no tiene complejos en señalar que “lo que debe hacer el gobierno y el Estado en general es dar un golpe de autoridad, dar señales correctas en dirección a la aplicación del Estado de Derecho”. ”.

-Se espera que el gobierno entre pronto a la reforma tributaria, ¿cuáles son sus expectativas al respecto?

-Espero que se agilice el proceso de debate prelegislativo y también legislativo, porque la reforma tributaria es la reforma madre que viabiliza, o no, todas las demás reformas sociales, en términos de mayor recaudación tributaria para hacerlas sustentables y sostenibles. viable, y no es fácil. Lo importante es que construyamos un nuevo pacto fiscal que sea transversal, sobre la base de que perdure en el tiempo y que requiera la concurrencia de la diversidad y la transversalidad de todos los sectores políticos. También debemos pedir mayor compromiso y más muestras de proactividad al mundo empresarial, para responder a las injusticias sociales y desde allí contribuir a la reconstitución de la paz y la convivencia social en el país. Porque estamos en un momento en que jugamos el destino de Chile, aquí todos hundimos o llevamos por buen camino a nuestro país y a las futuras generaciones. Eso nos tiene que obligar a todos a salir de nuestras trincheras, a acercar posiciones y llegar a acuerdos.

-¿La reforma tributaria debe considerar un impuesto al patrimonio o al patrimonio?

-Es necesario que este pacto tributario tenga progresividad, que tengamos como concepto -más allá de lo específico- que los que más tienen, necesariamente deben aportar más a la recaudación de impuestos y al desarrollo de Chile para que se redistribuya, a través de políticas sociales , en beneficio de los sectores más vulnerables y de la clase media. Ese es un compromiso que debe ser de todos.

-¿Siente que los empresarios no han aportado lo suficiente?

-Creo que no es suficiente y se los he dicho personalmente. Me he reunido con algunos sindicatos importantes y les he transmitido que me preocupa la situación del país y que se requiere de ellos un mayor esfuerzo, necesitamos comprensión, salir de nuestra zona de confort y acercar posiciones para dar soluciones. a los problemas de justicia social que hay en nuestro país. Y, a partir de ahí, generar la paz social que se requiere. Lo han estado entendiendo, pero aún no lo suficiente, espero mucho más del mundo de los negocios.

-Jorge Navarrete dijo que la izquierda tiene que entender que para redistribuir también hay que generar y que en eso es muy importante el crecimiento económico. ¿Hay conciencia en su sector sobre la importancia del crecimiento económico y no solo del uso de impuestos?

-Bueno, así como soy crítico y planteo desde un punto de vista constructivo que se requiere mayor proactividad y disposición del mundo empresarial para colaborar con este proceso de acuerdos que nos permita dar respuestas y estabilidad al país, también tengo basta de autocrítica para señalar con claridad que hay deficiencias en nuestro sector político en estos asuntos. Hoy lo que se requiere es buscar el equilibrio, entender que no se trata solo de redistribución, sino que lo que permite la distribución es el crecimiento que una cosa no puede ser a expensas de la otra.

-El gobierno debe avanzar en la reforma de pensiones, ¿está atrasado?

Yo creo que sí y se lo he dicho personalmente al gobierno. En temas importantes como impuestos y pensiones, se debe avanzar en forma paralela. El proceso de diálogo social que se está llevando a cabo es importante porque permite construir una base social y política para un consenso; pero hay que entender que un tema que se ha tratado largamente; y, por tanto, hay que pasar más rápido a la acción, al trabajo prelegislativo, a la conversación política, a la construcción de consensos, a salir de las trincheras. A todos los sectores políticos les pido que se abran, que entiendan el momento histórico que estamos viviendo y que no vuelvan a desaprovechar esta oportunidad, porque Chile merece dejar atrás el sistema de AFP y construir un sistema de seguridad social mucho más robusto, mixto, que considere a la persona. y criterios colectivos y que permita una vejez digna para todos los jubilados.

-¿Está de acuerdo con el proyecto de inexpropiación del gobierno que se tramita en la Comisión de Constitución?

-En esto tengo una especie de contradicción, porque comparto la no expropiación de los fondos y que hay que respetar que la propiedad de los fondos es de los trabajadores, fruto de su esfuerzo de trabajo, eso no puede ser cuestionado; no se ha hecho, por lo demás, el debate ha surgido de ciertas dudas…

-Por lo que pasó en la Convención.

-Así es y también por los trámites aquí en el Congreso, donde es una duda que se ha instalado en la ciudadanía. Es importante dar certeza de que esto no sucederá. Ahora bien, el proyecto en sí es un error político, porque termina por darse en un contexto de tramitación de otro proyecto como concesión a un sector político y renuncia a acciones pasadas que han tenido lugar en otros procedimientos.

“Hemos llegado a un punto límite en cuanto al clima de violencia”

-Además de avanzar en el proyecto de propuesta de un estado de protección y amparo que apunta a la seguridad en La Araucanía, ¿qué debe hacer el gobierno para acabar con la sensación de inseguridad ciudadana que va en aumento?

-Sí, hemos llegado a un punto límite respecto al clima de violencia que se vive en Chile y, por lo tanto, lo que debe hacer el gobierno y el Estado en general es dar un golpe de autoridad, dar señales correctas en dirección a la aplicación de la Imperio de la ley; hay un sentimiento de impunidad y eso es preocupante. Debemos ser consecuentes en estos temas, condenar la violencia como método ilegítimo para lograr resultados políticos y sociales. Y espero que a partir de la aplicación firme del estado de derecho se restablezca la convivencia y la paz social, que es lo más importante en una democracia.

-En ese contexto, ¿qué espera del llamado del gobierno a un acuerdo nacional en materia de seguridad?

-Hay que darle contenido, marcar los márgenes de un posible acuerdo y el tema de la Macrozona Sur, la crisis migratoria del norte y la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado son tres temas que deben formar parte de la columna vertebral de ese acuerdo

-¿Cuáles son sus principales preocupaciones con respecto a lo que sucederá en la Comisión de Normas Transitorias de la Convención?

-Sin duda lo más importante, para mí, es que las reglas sean claras y justas, brinden certidumbre y den señales de estabilidad, sustentabilidad y gobernabilidad. Los cambios institucionales, aunque necesarios, tienen que ser paulatinos, consensuados, consensuados; no puede ser simplemente la imposición.

-¿Está preocupado ya qué atribuye el aumento significativo, según las encuestas, del rechazo en el plebiscito de salida?

-Sí, hay un aumento del rechazo que es evidente y que puede deberse a una serie de factores: problemas de comunicación, muchas veces polarización, el mal clima que hay dentro -al menos lo que se ve desde fuera-, va en contra de lo que la gente está pidiendo. También hay una parte de la población que, más allá de la estética, tiene legítimas diferencias en cuanto a las reglas específicas, pero espero que en esta etapa podamos generar una mayor conciencia de a lo que nos jugamos. Si efectivamente se gana el rechazo -espero que no sea así-, los convencionales tendrán la principal responsabilidad y tienen que cargar con el peso de eso, de que nos jugamos una salida institucional a una crisis, si esa salida institucional sí. de no ocurrir por problemas que se generaron al interior del organismo, por la actuación de los propios convencionalistas, las costas las pagarán todos los chilenos. Y en esta etapa, sobre todo, es muy importante que tomen conciencia.

-¿Estaría disponible para que si gana el rechazo, el Congreso termine la obra inconclusa de la Convención?

-Hay que dejar avanzar este proceso, que la ciudadanía se exprese en el plebiscito de septiembre y, a partir de ahí, evaluar cuáles son las mejores vías para hacer el descenso, si gana la aprobación; o dar una salida institucional, en caso de que triunfe el rechazo; porque de lo contrario entraremos en una crisis constitucional e institucional sin precedentes.