Las calles que rodean la sede del Congreso en Santiago estaban llenas de personas que hace varias horas, y bajo pleno sol, habían llegado hasta el centro de la ciudad para despedirse del expresidente Sebastián Piñera quien este martes había fallecido en un trágico accidente en el helicóptero que piloteaba en Lago Ranco.

Mientras de a poco la calle se iba llenando de banderas de Chile, el cortejo fúnebre que venía desde el Grupo 10 de la Fuerza Aérea (Fach) en Pudahuel se acercaba hasta el Congreso. Pasado las 16.00, con varias horas de retraso respecto del improvisado diseño original de la ceremonia, el féretro entró por calle Catedral.

Las fuerzas de orden y seguridad que estaban rindiendo honores al exjefe de Estado se encargaron de trasladar, en una solemne marcha, los restos de Piñera, quien iba acompañado, un par de metros más atrás, por la exprimera dama Cecilia Morel. A ella se sumaron sus hijos y nietos. Solo un poco más atrás venían algunos de los hermanos del expresidente. Ahí estaba Magdalena -quien iba dentro del helicóptero, pero pudo saltar y nadar hasta la orilla- y su hermano Pablo.

Bajo la calurosa tarde fueron caminando, en un ambiente de recogimiento y formalidad, junto a otras autoridades del Estado como el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), quien ha estado guiando de cerca todo el proceso desde que trasladaron el cuerpo del exjefe de Estado desde el Servicio Médico Legal de Valdivia.

El funeral de Estado -que ha sido coordinado por el primo de Piñera y exministro Andrés Chadwick, en representación de la familia, junto al canciller Alberto van Klaveren- incluía en su plan original que los más cercanos al exmandatario pudieran tener un momento más íntimo, antes de que la ceremonia se abriera al público.

Sin embargo, los planes cambiaron debido al atraso en los traslados que, en parte fueron provocados por el tiempo que se usó en el Grupo 10 para realizar los tratamientos para preservar el cuerpo durante los tres días que durará el funeral de Estado. Tras ingresar al salón de honor, la familia se retiró luego de saludar a los colaboradores más cercanos que aguardaban al cortejo.

Solo cuatro horas antes, pasadas las 12.00 de la tarde, el Presidente Gabriel Boric se había trasladado desde La Moneda hasta la losa del Grupo 10 de Fach -flanqueado por las ministras Carolina Tohá, Camila Vallejo y Van Klaveren- para participar de algo que probablemente nunca imaginó que iba a ocurrir durante su mandato: la despedida del fallecido expresidente Piñera.

De traje negro, camisa blanca y anteojos de sol, Boric se posicionó para esperar que llegara del avión de la Fach. Cuando aterrizó, seis suboficiales de la Fach cubrieron la urna con una bandera de Chile y la pusieron sobre un carruaje que minutos después se paseó pausadamente, al ritmo de una melodía fúnebre, por la losa mientras se le rendían homenajes.

Fue ahí cuando sus cuatro hijos -Magdalena, Cecilia, Sebastián y Cristóbal- se acercaron a la carroza, pusieron sus manos sobre el féretro y acompañaron con emoción a su padre fallecido.

En ese momento, solemnemente Boric se acercó para dar el pésame. Fue uno por uno, incluidos los nietos, entregando su apoyo. Al llegar al lugar donde aguardaba Morel el Mandatario se detuvo más tiempo para conversar.

Minutos después la viuda de Piñera se posicionó al medio de Boric y Tohá. Los tres estuvieron hablando con más calma, mientras la esposa del exjefe de Estado aparentemente explicaba lo ocurrido en el trágico accidente. Luego de todo, Boric compartió con toda la familia Piñera Morel en un encuentro más íntimo, junto a Tohá y van Klaveren.

Todo esto ocurrió durante el primer día de duelo nacional decretado por Boric el martes, minutos después de que la noticia se confirmara oficialmente por las autoridades y a través de un comunicado de la oficina de Piñera.

El Presidente ha estado participando activamente de la coordinación del funeral de Estado. Desde que tuvo conocimiento del accidente, suspendió todas sus actividades y viajó en helicóptero desde la Región de Valparaíso hasta La Moneda.

Tal como lo hizo la expresidenta Michelle Bachelet, para el funeral de Estado del exmandatario Patricio Aylwin en 2016, Boric dará un discurso. El tono y la duración de esas palabras ha sido un tema que él ha conversado con la familia de Piñera y que ha trabajado con su equipo de contenidos del Segundo Piso, encabezado por Manuel Guerrero.

Durante la tarde del miércoles Presidencia informó que el Mandatario asistirá el viernes al ex Congreso para rendir honores. Esto lo hará junto a los otros expresidentes de la República. El exmandatario Eduardo Frei llegará desde el extranjero y Bachelet desde su casa en Caburgua.

El gabinete del presidente Boric también tuvo un rol en la ceremonia que se inició este miércoles. Seis ministros -Tohá, van Klaveren, Camila Vallejo, Mario Marcel, Luis Cordero y Antonia Orellana– asistieron durante esta tarde hasta el Parlamento para participar de la guardia de honor.

En Palacio transmiten que la alocución de Boric debería seguir la misma línea del mensaje que transmitió el martes cuando dijo que Piñera “contribuyó desde su visión a construir grandes acuerdos por el bien de la patria. (…). Fue un demócrata desde la primera hora y buscó genuinamente lo que él creía que era lo mejor para el país”.

El mismo tono también se manifestó en la primera declaración que entregó el gobierno tras la noticia, en voz de la ministra Tohá. “Tendrá todos los honores y reconocimientos republicanos que merece”, aseguró el martes la jefa del gabinete.

El gobierno ha sido cuidadoso en respetar el tono de las palabras y de cuidar estrictamente el protocolo de un funeral de estas características. Más aún debido a lo inesperado del fallecimiento y también a lo compleja que había sido previamente la relación entre Boric y Piñera.

Una vez designado como coordinador de los funerales de Estado, el ministro Van Klaveren convocó a una reunión preparativa, que se realizó el martes a las 20.00 horas en el piso 15 de Cancillería. A ella asistieron el equipo de Avanzada del Presidente Boric y el equipo de Piñera.

“La familia está muy agradecida de la disposición que ha tenido el Presidente Boric. Realmente está muy reconocida por la iniciativa que tuvo el gobierno de ofrecer un funeral de Estado en caso que la familia así lo quisiera, cosa que sucedió”, dijo Van Klaveren este miércoles.

El lunes 5 de febrero el Presidente Boric estaba en su oficina viendo los últimos detalles de las pensiones de gracia que iba a revocar. Mientras revisaba los casos en los cuales el gobierno daría marcha atrás pudo constatar que en total el gobierno eliminaría el beneficio de 27 personas, seis de ellos otorgados durante la administración anterior. A raíz de eso el mandatario llamó al expresidente Piñera.

Quienes supieron de esa conversación, cuentan que Boric quiso avisarle personalmente de su decisión, dado lo delicado y controvertido del tema.

La conversación ocurrió cerca de las 20.00 horas, instante en el que también pudieron abordar la situación en Latinoamérica. Boric y Piñera terminaron hablando sobre la tragedia que dejaron los incendios en Valparaíso y sobre el desafío de la reconstrucción.

Esta fue la última conversación que tuvo el Presidente Boric con Piñera. Menos de 24 horas después el presidente de la República sería informado del trágico fallecimiento del exmandatario.

Parte de este diálogo fue revelado por los colaboradores más cercanos de Piñera. “Fue él mismo quien convocó a un grupo de colaboradores que trabajaron para la reconstrucción del terremoto para pedirles que pensaran cómo podíamos ayudar a reconstruir nuestro país luego de la tragedia de Valparaíso”, afirmó su exministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio.

El exsecretario de Estado agregó: “Por la tarde (del lunes) habló con el Presidente Boric y le ofreció esto. El Presidente Boric aceptó y hoy día (el martes) en la mañana ya nos estaba pidiendo minutas para presentarle al gobierno un plan”.

Boric acordó que la ministra de Desarrollo Social y encargada de la reconstrucción, Javiera Toro, fuera el enlace con el exmandatario. Muy en su estilo, ese mismo día Piñera habló por teléfono con Toro para ofrecerle su ayuda y empezar a delinear el trabajo en conjunto entre ambos equipos.